miércoles, 30 de noviembre de 2016

Retiro de Adviento interparroquial

Para ayudarnos a vivir este tiempo en disposición de espera, te adelantamos que el próximo sábado 10 de diciembre, celebraremos  un retiro de Adviento conjuntamente con las parroquias de San Benito y Santa María Madre de la Iglesia.

Os invitamos a participar del mismo, nos ayudará a que este Adviento, sea un tiempo para vivir y celebrar, bajo el signo de "encuentro" entre un Dios que viene al encuentro del hombre, y el hombre en busca de Dios.

Anótalo en tu agenda!!!!!

Sábado 10 Diciembre 11.00hs en la Parroquia de Santa María Madre de la Iglesia (la Granja) finalizará con la misa de clausura 20.00hs (llevar comida para compartir). 
Después de la Eucaristía Gran Zambomba parroquial.


martes, 29 de noviembre de 2016

Preparémonos en Adviento

El adviento que acabamos de comenzar es tiempo de disponerse a algo grande, es tiempo de disponernos a un encuentro, algo que no por sabido deja de ser nuevo. Un encuentro con un Dios al que, una vez más, admiramos como ser humano. Un encuentro con una lógica (la de la encarnación, un Dios capaz de hacerse humano con todas sus consecuencias), que nos desborda.
¿Cómo prepararse? Desde la gratitud por lo que uno tiene. Desde la escucha de esas promesas de un Dios que te dice: «vengo a tu mundo, a tu vida, a tu historia, para estar presente ahí. Vengo a ti.»
Para vivir el Adviento, tenemos que echar una mirada al mundo, a la realidad, que nos está tocando vivir; un Adviento para suplicar la Paz en medio de tanta guerra, un Adviento para clamar por la Justicia embarcados en tanta indignidad injusta, un Adviento para trabajar por la Fraternidad en una realidad de relaciones destrozadas y maltrechas, un Adviento para deshacernos en compartir en medio de las infinitas carestías, un Adviento para acompañar dolores al lado de la infinitud de personas sufrientes. Un Adviento para, conscientes de nuestra pequeñez y finitud, elevar ojos y manos al cielo gritando, pidiendo, suplicando, llorando esperanza.
Puede que las luces de las bombillas, además de consumir demasiado, cieguen nuestros ojos y no nos dejen ver las estrellas.


Pero a pesar de eso deberemos seguir buscándola. Puede que Belén con “su portal”, no estén a la vuelta de la esquina, o sí, pero habrá que encaminar nuestros pasos hacia él. Puede que el peso de los “regalos”, nos resten ligereza.
Nada, nada, puede separarnos del Amor que se nos regala constantemente y tratar de vivir en Esperanza hacia la Natividad que no deja de producirse. Que Dios nos conceda el regalo de un Adviento vivido, caminado paso a paso, con humildad y con Esperanza hacia la Navidad, para que Su Reinado no deje de hacerse presente entre todas las personas, Esperando contra toda esperanza.

JOSÉ LUIS GRAUS PINA

lunes, 28 de noviembre de 2016

Pastoral Juvenil nos invita a la Vigilia de la Inmaculada


Os queremos invitar a tod@s a la celebración diocesana de la VIGILIA DE LA INMACULADA que se prepara desde Pastoral Juvenil. Este año, con motivo  de la restauración y nueva apertura a los fieles, se celebrará en la IGLESIA DE SANTIAGO el miércoles 7 DE DICIEMBRE, a partir de las 20.00hs.
Como otros años, esta Vigilia contará con diferentes momentos: oración, Celebración de la Eucaristía con nuestro obispo D. José Mazuelos, y un momento de convivencia. En este momento de convivencia celebraremos la IV ZAMBOMBA JUVENIL, finalizada la Vigilia, para compartir lo que cada uno quiera traer de picoteo y cantar algunos villancicos y tener un rato de convivencia con otros jóvenes de la Diócesis.


Toma nota!!!!!

domingo, 27 de noviembre de 2016

El Adviento y los mayores

Los mayores nos regalan su sabiduría para poner en marcha el reloj del Adviento. Isaías y el Evangelio nos recuerdan la figura de Noé, de nuestros antepasados, de nuestros abuelos, sabios en la escucha atenta de la Palabra y en el discernimiento de la voluntad de Dios, que nos invitan a espabilar, porque ¡Jesús, viene, va llegando!
Ojalá que estas cuatro semanas nos ayuden a descubrir el regalo que viene. ¡Adelante! Es tiempo de Adviento, de marcar la esperanza, de acoger al que va a llegar. No nos despistemos con otras ofertas envueltas en engañoso papel.
http://blogs.21rs.es/kamiano

sábado, 26 de noviembre de 2016

Comentario Evangelio Primer Domingo de Adviento – Ciclo A (Domingo 27 Noviembre) - Mt 24, 37-44

El reloj o la alarma del Adviento, que ponemos en marcha este domingo 27 de noviembre, es acompañante que impulsa y despierta. Nos invita a velar, a permanecer vivos, activos, comprometidos, con un rumbo claro y no equivocado. Nos orientamos hacia Belén. Se atisba la Estrella en el horizonte. Ahora toca dejarse prender por la vela del primer domingo que se enciende en la eucaristía, que nos alienta a no caminar en la oscuridad ni en el ensueño, sino en la senda de la búsqueda, del encuentro y de la vigilancia. Pongamos el reloj de la oración y del compromiso en marcha. Es tiempo de conversión y esperanza. Estamos ya en Adviento. Suena un suave tic-tac de fondo en el engranaje de nuestra existencia.
            ¿Después de haber leído el evangelio de este domingo, nos surge una pregunta: ¿Cómo podemos aproximarnos a lo que es estar en actitud vigilante (cfr. Mt 24,37-44), tan primordial en Adviento? Sí, lo hemos hecho ya tantas veces que nos puede sonar a rutina. Eso, ¡jamás! El Adviento es novedad, viene Dios a sorprendernos.


Nos van a dar una sorpresa y no sabemos
muy bien en qué momento vamos a recibirla. Si fueran a robar nuestra casa, ¿qué haríamos? Seguramente pondríamos una cámara que pudiese grabar en la oscuridad a los que fueran a acometer el hurto, o colocaríamos una alarma conectada a una comisaría de policía, o nos inventaríamos mil fórmulas… Pero tendríamos que estar atentos para que no se nos pasase ese duro momento con mil distracciones. Ojalá pillemos a ese “ladrón” que quiere quitarnos lo mejor del ser cristianos: la esperanza, la alegría, la atención a los otros, la escucha, el compartir, el poner corazón a la vida.
El Adviento es tiempo corto pero intenso, con el que abrimos un nuevo año litúrgico. Es como estrenar el calendario del año nuevo para sorprendernos por el Señor que se acerca a nuestras vidas y que puede que no nos demos ni cuenta. Pasan tan aprisa los días, tenemos tantas cosas en la agenda, en el móvil, en la mente, en el corazón, que puede que Él venga, llame a nuestra puerta y no estemos o estemos para otras cosas.

Será también necesario cuidar en este tiempo “fuerte” nuestra oración. Lo que más nos ayuda para estar en actitud vigilante.  Para hacer oración solamente hay que acercar el corazón al Corazón del Buen Dios. Dispongámonos. Ahora es nuestro turno.

¡Feliz tiempo de Adviento al tic-tac de la esperanza!

Fuente: http://www.pjvsscc.com
Fernando Cordero ss.cc.

Preparémonos para acogerlo en nuestro corazón. Adviento

Os deseamos a todos y todas un tiempo de Adviento fértil, rico en momentos de oración sincera, de escucha de la voluntad de Dios, de confianza ciega como María y de compartir generosamente con nuestros hermanos y hermanas.

Que Dios nos bendiga a todos y sepamos acogerlo en nuestros corazones.

Un fuerte abrazo en el Señor.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Flashmob "Hazme visible. Por Dignidad. Nadie Sin Hogar"


Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez representó un año más un flashmob en la céntrica plaza del Arenal para dar visibilidad a los objetivos del Día de las Personas Sin Hogar, que se celebra este domingo 27 de noviembre bajo el lema “Hazme Visible. Por Dignidad. Nadie Sin Hogar”. Mediante este acto han reclamado un modelo de sociedad diferente que haga realidad lo que hoy parece imposible: que toda persona viva con dignidad en un hogar propio y digno.

Este flashmob fue protagonizado por los participantes, tanto de Centro de Día “El Salvador” como del Proyecto Insertarte, y por más de cien alumnos del Grado Superior de Integración Social del IES Santa Isabel de Hungría, así como por todas aquellas personas que han querido unirse a este acto de denuncia. Todos juntos han representado una coreografía de baile vestidos con camisetas blancas con el lema “Nadie Sin Hogar” y gafas de colores como símbolo de nuestra lucha por acabar con la miopía que nos impide ver a los que sufren en la calle. 

Acto seguido, dos participantes de Centro de Día “El Salvador”, Guillermo y Juan José, leyeron el siguiente manifiesto: 

HAZME VISIBLE. POR DIGNIDAD. NADIE SIN HOGAR 
Hoy 24 de noviembre, volvemos a transmitir un mensaje de dignidad, de derechos, de posibilidad, de rostros y personas concretas que ponen nombre y piel a las salvajes cifras del descarte y la exclusión. Un año más, volvemos a alzar nuestras voces porque ¡NO HAY DERECHO! porque NADIE SIN HOGAR es imprescindible y posible, por dignidad y por derecho. Porque no queremos una sociedad de personas sin derechos, de expulsiones, de descartes, de exclusión radical…. Frente al individualismo creciente, al anonimato en que vivimos, a la indiferencia ante la realidad del otro, desde la Campaña “Nadie Sin hogar” llamamos a ser en común: porque mis derechos son tus derechos, porque las situaciones que atentan a la dignidad de cualquier persona ponen en cuestión mi propia dignidad.
Eso es lo que pretende ser esta Campaña, un ejercicio de sensibilización y compromiso común con la realidad de las personas en situación de sin hogar. Esa responsabilidad tiene que llevarnos a un horizonte de soñar posible lo que hoy parece imposible: que toda persona viva con dignidad en un hogar propio, en paz y permanente.
A lo largo de líneas precedentes, hemos hecho alusión en varias ocasiones, al concepto-idea de DIGNIDAD. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar, a reflexionar sobre el mismo? Alimentarse, tener techo y trabajo es tener dignidad. Defender los Derechos Humanos, convivir con un respeto mutuo, el “nadie es más que nadie”, también entra dentro de lo que es la dignidad. La dignidad humana, es el derecho que tiene cada ser humano, de ser respetado y valorado como ser individual y social, con sus características y condiciones particulares, por el sólo hecho de ser persona.
Por ello somos merecedores del derecho a la vida, a la libertad, a la educación y a la cultura, a la sanidad, al trabajo, a poseer una vivienda, a constituir una familia, a tener relaciones sociales, a pertenecer y participar de la sociedad en la que vivimos.
Sin embargo, las diferentes realidades y situaciones que vivimos y padecemos cada una de las personas y familias que nos encontramos en situación de grave exclusión social, cuestionan todo lo argumentado hasta ahora ya que:
-  Hemos vivido y sentido como la dignidad se pierde gradualmente,
-  Una vez que empiezas a perder derechos, empiezas a ser invisible a los ojos de los demás y tu dignidad se va perdiendo cada vez más: como nadie te ve a ti, te da igual todo, dejas de ducharte, de comer, de procurarte un techo, de ir bien vestido, de comportarte como siempre has hecho… no te importa si se ríen de ti, si te compadecen, si te miran…
-  Pierdes la dignidad cuando nadie ve en ti (ni tú mismo) una persona con sueños, con posibilidades y sobre todo con un futuro,
-  No existe dignidad cuando estás en un cajero, en un cartón, en la cola de un comedor social,
-  Son sangrantes las situaciones y vivencias de desahucio. Cuando a una persona se le quita el derecho a disfrutar de una vivienda digna se le está privando de un derecho fundamental,
-  Hemos vivido situaciones degradantes, en las que se nos ha faltado el respeto y/o se nos ha ignorado,
-  Nuestra participación, lejos de ser una realidad, es una mera quimera,
-  Sientes el rechazo en la búsqueda de un trabajo o vivienda cuando intuyen que eres una persona sin hogar,
-  La impotencia de no tener unos ingresos mínimos que te permitan un alquiler, siendo este adecuado a tu situación personal.
           A modo de propuestas para toda la sociedad, planteamos los siguientes gestos para la dignidad:
-  Es fundamental la visibilidad de las personas en situación de sin hogar. El vínculo y el cambio surgen desde el interés y el acercamiento, y no pueden existir sin la visibilidad y el reconocimiento de la realidad de las personas sin hogar. Un gesto que amplíe la mirada cotidiana hacia las personas en situación de sin hogar, que nos saque de la cómoda miopía en que vivimos, una mirada movilizadora de dignidad y derechos.
-  Es necesario un compromiso del conjunto de las Administraciones para desarrollar políticas públicas que pongan a las personas en el centro (en especial a las personas sin hogar) y que apuesten por la protección y garantía de acceso a derechos básicos. Una sociedad del bien común a través del Estado de Bienestar.
-  La creación de mensajes positivos que luchen contra la discriminación y estigma que sufren las personas en situación de sin hogar es una tarea esencial de los medios de comunicación. Se trata de conocer en profundidad la realidad del sinhogarismo y sus situaciones complejas, como gesto y compromiso con la dignidad que todo ser humano tiene por el simple hecho de serlo.
   
 
FLASHMOB  DENUNCIA  NADIE SIN HOGAR

Extraído de http://www.caritas.es/jerez


jueves, 24 de noviembre de 2016

Vivir el Adviento en familia con "amoris laetitia"

El Adviento es un regalo de esperanza que vamos a ir desenvolviendo en familia y con la ayuda de la familia de Jesús. Cada domingo en la Eucaristía descubriremos un personaje, miembro de la familia de Jesús y escucharemos una palabra clave, un mensaje nacido de la Palabra de Dios que se nos dice a nosotros y que nos ayudará a preparar la venida de Jesús que es EL GRAN REGALO PARA LA VIDA.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Joven, un encuentro con Dios puede cambiarlo todo

Te recordamos que el Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Asidonia-Jerez convoca en la casa Nazaret Av. Medina Sidonia 33 Urb. La cartuja (Jerez de la Frontera) el próximo Encuentro en la Esperanza (Jóvenes), que comprenderá desde el viernes 25 de Noviembre al domingo 27

Este evento está dirigido a jóvenes de entre quince y veinte años aproximadamente que deseen asistir y no hayan hecho con anterioridad un Encuentro. Estas jornadas son, como su nombre indica, un encuentro en el cual fomentar la evangelización entre jóvenes, alentándoles a vivir la fe de una manera activa.

En caso de querer realizar algún tipo de consulta acerca del Encuentro, podéis preguntar a nuestro párroco Antonio Luis o movimiento de cursillos de cristiandad tanto por correo electrónico (mcc.jerez@hotmail.com) como a través de los siguientes teléfonos: 600 707 581 (preguntar por Javier), o bien 676 973 170 (preguntar por Juan Miguel).

Que no te lo cuenten ¡¡¡¡¡¡VEN Y VÍVELO!!!!!

martes, 22 de noviembre de 2016

Ninguno de nosotros puede poner condiciones a la Misericordia

Así nos dice el Papa Francisco en la Carta Apostólica “Misericordia et misera” promulgada tras la clausura del Año de la Misericordia.


El Vaticano ha hecho pública la carta del Papa Francisco “Misericordia et misera” (Misericordia y miseria) mediante la cual quiere recordar que la misericordia es una de las actitudes propias del cristiano e invita a que se viva tan intensamente como durante el Jubileo.
“La misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace tangible la verdad profunda del Evangelio. Todo se revela en la misericordia; todo se resuelve en el amor misericordioso del Padre”, dice el Pontífice en la misma.
A continuación, te dejamos el enlace para acceder al texto completo de la carta.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Pidamos la gracia de no cerrar nunca la puerta de la reconciliación y del perdón

La solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo corona el año litúrgico y este Año santo de la misericordia, como recordó el Papa Francisco la mañana de ayer domingo en la Basílica de San Pedro durante su homilía en la conclusión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Ante miles de fieles y peregrinos el Obispo de Roma observó que sería poco creer que Jesús es Rey del universo y centro de la historia, sin que se convierta en el Señor de nuestra vida.

Este Año de la misericordia nos ha invitado a redescubrir el centro, a volver a lo esencial. “Este tiempo de misericordia nos llama a mirar al verdadero rostro de nuestro Rey, el que resplandece en la Pascua, y a redescubrir el rostro joven y hermoso de la Iglesia, que resplandece cuando es acogedora, libre, fiel, pobre en los medios y rica en el amor, misionera”, precisó el Papa Francisco, invitándonos a pedir la gracia de no cerrar nunca la puerta de la reconciliación y del perdón, sino de saber ir más allá del mal y de las divergencias, abriendo cualquier posible vía de esperanza. “Como Dios cree en nosotros, infinitamente más allá de nuestros méritos, también nosotros estamos llamados a infundir esperanza y a dar oportunidad a los demás, porque, constató, aunque se cierra la Puerta santa, permanece siempre abierta de par en par para nosotros la verdadera puerta de la misericordia, que es el Corazón de Cristo. Del costado traspasado del Resucitado brota hasta el fin de los tiempos la misericordia, la consolación y la esperanza”.

Funete: Aleteiea

domingo, 20 de noviembre de 2016

El Rey que regala el Paraíso


Al finalizar el año litúrgico y el año santo de la Misericordia, por si todavía no hemos ahondado en el misterio de Cristo, el evangelio nos muestra a un rey muy especial. Es un monarca que muestra su corazón y cuáles son sus preferidos; un rey alérgico a tronos y cetros que se hace muy próximo a las personas que viven la limitación, la enfermedad o la exclusión. Un rey así no lo encontramos en ningún cuento o historia de reinos lejanos, por muy fantásticos que sean. Ese rey es Cristo, cuyo Rostro, se manera viva y sorprendente, lo podemos encontrar en el que tiene hambre o sed, en el forastero o en los sin techo, en el desnudo, en el enfermo o en el privado de libertad, como bien nos indican las obras de misericordia que hemos recordado y practicado durante este año. Habrá muchos que hayan encontrado ese Rostro en otros rostros.
Y, además, Cristo, que reina desde la Cruz coronado de espinas nos regala las llaves del Paraíso. En su trono de la Cruz, a los que están crucificados con Él. Al arrepentido, al que está cerca de su Corazón. ¡Aprovechemos esta infinita oferta de su generosidad y de su Amor!
Dibus: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Comentario Evangelio del domingo 20 de noviembre (Solemnidad de Cristo Rey) - Lc. 23,35-43

El relato de la crucifixión, proclamado en la fiesta de Cristo Rey, nos recuerda a los seguidores de Jesús que su reino no es un reino de gloria y de poder, sino de servicio, amor y entrega total para rescatar al ser humano del mal, el pecado y la muerte.
Habituados a proclamar la «victoria de la Cruz», corremos el riesgo de olvidar que el Crucificado nada tiene que ver con un falso triunfalismo que vacía de contenido el gesto más sublime de servicio humilde de Dios hacia sus criaturas. La Cruz no es una especie de trofeo que mostramos a otros con orgullo, sino el símbolo del amor crucificado de Dios que nos invita a seguir su ejemplo.
Cantamos, adoramos y besamos la Cruz de Cristo porque en lo más hondo de nuestro ser sentimos la necesidad de dar gracias a Dios por su amor insondable, pero sin olvidar que lo primero que nos pide Jesús de manera insistente no es besar la Cruz sino cargar con ella. Y esto consiste sencillamente en seguir sus pasos de manera responsable y comprometida, sabiendo que ese camino nos llevará tarde o temprano a compartir su destino doloroso.
No nos está permitido acercarnos al misterio de la Cruz de manera pasiva, sin intención alguna de cargar con ella. Por eso, hemos de cuidar mucho ciertas celebraciones que pueden crear en torno a la Cruz una atmósfera atractiva pero peligrosa, si nos distraen del seguimiento fiel al Crucificado haciéndonos vivir la ilusión de un cristianismo sin Cruz. Es precisamente al besar la Cruz cuando hemos de escuchar la llamada de Jesús: «Si alguno viene detrás de mí... que cargue con su cruz y me siga».
Para los seguidores de Jesús, reivindicar la Cruz es acercarse servicialmente a los crucificados; introducir justicia donde se abusa de los indefensos; reclamar compasión donde solo hay indiferencia ante los que sufren. Esto nos traerá conflictos, rechazo y sufrimiento. Será nuestra manera humilde de cargar con la Cruz de Cristo.
El teólogo católico Johann Baptist Metz viene insistiendo en el peligro de que la imagen del Crucificado nos esté ocultando el rostro de quienes viven hoy crucificados. En el cristianismo de los países del bienestar está ocurriendo, según él, un fenómeno muy grave: «La Cruz ya no intranquiliza a nadie, no tiene ningún aguijón; ha perdido la tensión del seguimiento a Jesús, no llama a ninguna responsabilidad, sino que descarga de ella».
¿No hemos de revisar todos cuál es nuestra verdadera actitud ante el Crucificado?¿No hemos de acercarnos a él de manera más responsable y comprometida?

Jose A. Pagola

Exposición fotográfica Vida (visible e invisible) a beneficio de Cáritas

Este jueves pasado tuvo lugar la inauguración en el Consejo Regulador de la D.O. "Jerez Xeres Sherry" de esta exposición fotográfica cuya autora es María Higuero y que estará abierta al público hasta el próximo 8 de enero. Los beneficios irán destinados íntegramente a apoyar la labor que realiza Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez.
En este acto estuvieron presentes monseñor José Mazuelos, obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, Francisco Domouso, director de Cáritas Diocesana, María Higuero, autora de la exposición, Carmen Collado, delegada de Igualdad, Acción Social y Medio Rural y Carmen Aumesquet, Directora de promoción del Consejo Regulador.

Carmen Aumesquet manifestó en el acto de inauguración el entusiasmo de la entidad "por este tipo de iniciativas en torno al vino de Jerez y aun más, por su connotación benéfica". Asimismo valoró muy positivamente "esa metáfora entre la recuperación de una bota mediante la labor artesanal y la rehabilitación de personas en situación de exclusión social con las que trabaja Cáritas".

Acto seguido, María Higuero profundizó en su trabajo, explicando que "son 33 fotografías que muestran la esencia del vino de Jerez " e hizo hincapié en la "importancia del tonelero, profesión que se va perdiendo que es la artesanía en torno al vino". Asimismo, Higuero afirmaba que "la esencia del vino realmente está en ese cuidado, en ese cariño, en esas manos de las personas que trabajan en la bodega, en ese amor por querer restaurarla y más hoy en día que todo lo que se estropea, se tira". A continuación ha añadido que "estoy muy contenta con el resultado porque mi fotografía es de sentimientos y he conseguido captar el alma de esas personas que trabajan en torno al vino". Finalmente, en relación a Cáritas, también se ha mostrado satisfecha de "cómo desde el principio todo ha encajado con la labor que realizan".

A continuación, Francisco Domouso mostró también su satisfacción por esta iniciativa y afirmó que "desde que María nos lo propuso captamos el sentido, ya que desde Cáritas apostamos por la labor artesanal para poder crear empleo, ya que pensamos que éste es el punto fundamental para dignificar a una persona". Asimismo Francisco, haciendo referencia a todo el proceso de organización de la exposición, afirmaba que "al conocer gracias a María y Maribel Estévez el proceso de la bota cuando se saca de una andana para su restauración, vimos la unión entre lo que reflejaban estas fotografías y la capacidad que tiene una persona, con la ayuda de las demás, de poder reinsertarse en la sociedad". Por último, Francisco explicaba que cada fotografía va acompañada de una cita que "encaja con lo humano, con lo espiritual" y que da pie a la reflexión.

Carmen Collado, en su intervención, valoró "esa metáfora tan maravillosa de arte y ayuda a personas que necesitan de sensibilidad, de generosidad". Asimismo ha agradecido a Cáritas su labor y ha afirmado que "las instituciones no podemos llegar afortunadamente a cubrir todas las necesidades pero Cáritas está ahí y siempre tendrá nuestra mano tendida".

Finalmente, cerró el acto monseñor José Mazuelos que en su intervención hizo referencia a cómo "el arte y la belleza sirven para abrir una ventana a la trascendencia" tal y como decía el Papa Benedicto XVI. Es por ello que ha afirmado que "gracias a María, y a sus fotos, que nos muestran la esencia del vino, abrimos ventanas a la trascendencia y gracias a Cáritas ventanas a la caridad, a la solidaridad frente al individualismo y a esa economía del descarte de la que habla el Papa Francisco".

Dicha muestra estará abierta al público hasta el próximo 8 de enero en la bodega San Ginés, en el Consejo Regulador de la D.O. "Jerez Xeres Sherry". Las personas que quieran colaborar podrán adquirir calendarios y postales con las fotografías, así como alguna de las fotografías expuestas.

Extraído de Noticias de la Diócesis Asidonia Jerez

viernes, 18 de noviembre de 2016

Jubileo de la Misericordia: Jubileo de las personas socialmente excluidas

La Basílica de San Pedro albergó a primera hora del pasado domingo la Misa de clausura del Júbilo de las personas socialmente excluidas que se celebró en Roma de los días 11 al 13 de noviembre.
El Papa Francisco ofreció un mensaje de esperanza en la homilía que pronunció. “La persona humana, colocada por Dios en la cumbre de la creación, es a menudo descartada, porque se prefieren las cosas que pasan. Y esto es inaceptable, porque el hombre es el bien más valioso a los ojos de Dios”, afirmó.
A continuación, os dejamos la homilía completa del Pontífice:
«Os iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas» (Ml 3,20). Las palabras del profeta Malaquías, que hemos escuchado en la primera lectura, iluminan la celebración de esta jornada jubilar. Se encuentran en la última página del último profeta del Antiguo Testamento y están dirigidas a aquellos que confían en el Señor, que ponen su esperanza en él, que ponen nuevamente su esperanza en él, eligiéndolo como el bien más alto de sus vidas y negándose a vivir sólo para sí mismos y su intereses personales. Para ellos, pobres de sí mismos pero ricos de Dios, amanecerá el sol de su justicia: ellos son los pobres en el espíritu, a los que Jesús promete el reino de los cielos (cf. Mt 5,3), y Dios, por medio del profeta Malaquías, llama mi «propiedad personal» (Ml 3,17). El profeta los contrapone a los arrogantes, a los que han puesto la seguridad de su vida en su autosuficiencia y en los bienes del mundo.
La lectura de esta última página del Antiguo Testamento suscita preguntas que nos interrogan sobre el significado último de la vida: ¿En dónde pongo yo mi seguridad? ¿En el Señor o en otras seguridades que no le gustan a Dios? ¿Hacia dónde se dirige mi vida, hacia dónde está orientado mi corazón? ¿Hacia el Señor de la vida o hacia las cosas que pasan y no llenan?
Preguntas similares se encuentran en el pasaje del Evangelio de hoy. Jesús está en Jerusalén para escribir la última y más importante página de su vida terrena: su muerte y resurrección. Está cerca del templo, «adornado de bellas piedras y ofrendas votivas» (Lc 21,5). La gente estaba hablando de la belleza exterior del templo, cuando Jesús dice: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra» (v. 6). Añade que habrá conflictos, hambre, convulsión en la tierra y en el cielo. Jesús no nos quiere asustar, sino advertirnos de que todo lo que vemos pasa inexorablemente. Incluso los reinos más poderosos, los edificios más sagrados y las cosas más estables del mundo, no duran para siempre; tarde o temprano caerán.
Ante estas afirmaciones, la gente inmediatamente plantea dos preguntas al Maestro: «¿Cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» (v. 7). Cuando y cuál… Siempre nos mueve la curiosidad: se quiere saber cuándo y recibir señales. Pero esta curiosidad a Jesús no le gusta. Por el contrario, él nos insta a no dejarnos engañar por los predicadores apocalípticos. El que sigue a Jesús no hace caso a los profetas de desgracias, a la frivolidad de los horóscopos, a las predicaciones y a las predicciones que generan temores, distrayendo la atención de lo que sí importa. Entre las muchas voces que se oyen, el Señor nos invita a distinguir lo que viene de Él y lo que viene del falso espíritu. Es importante distinguir la llamada llena de sabiduría que Dios nos dirige cada día del clamor de los que utilizan el nombre de Dios para asustar, alimentar divisiones y temores.
Jesús invita con fuerza a no tener miedo ante las agitaciones de cada época, ni siquiera ante las pruebas más severas e injustas que afligen a sus discípulos. Él pide que perseveren en el bien y pongan toda su confianza en Dios, que no defrauda: «Ni un cabello de vuestra cabeza perecerá» (v. 18). Dios no se olvida de sus fieles, su valiosa propiedad, que somos nosotros.
Pero hoy nos interpela sobre el sentido de nuestra existencia. Usando una imagen, se podría decir que estas lecturas se presentan como un «tamiz» en medio de la corriente de nuestra vida: nos recuerdan que en este mundo casi todo pasa, como el agua que corre; pero hay cosas importantes que permanecen, como si fueran una piedra preciosa en un tamiz. ¿Qué es lo que queda?, ¿qué es lo que tiene valor en la vida?, ¿qué riquezas son las que no desaparecen? Sin duda, dos: El Señor y el prójimo. Estas dos riquezas no desaparecen. Estos son los bienes más grandes, para amar. Todo lo demás ―el cielo, la tierra, las cosas más bellas, también esta Basílica― pasa; pero no debemos excluir de la vida a Dios y a los demás.
Sin embargo, precisamente hoy, cuando hablamos de exclusión, vienen rápido a la mente personas concretas; no cosas inútiles, sino personas valiosas. La persona humana, colocada por Dios en la cumbre de la creación, es a menudo descartada, porque se prefieren las cosas que pasan. Y esto es inaceptable, porque el hombre es el bien más valioso a los ojos de Dios. Y es grave que nos acostumbremos a este tipo de descarte; es para preocuparse, cuando se adormece la conciencia y no se presta atención al hermano que sufre junto a nosotros o a los graves problemas del mundo, que se convierten solamente en una cantinela ya oída en los titulares de los telediarios.
Hoy, queridos hermanos y hermanas, es vuestro Jubileo, y con vuestra presencia nos ayudáis a sintonizar con Dios, para ver lo que él ve: Él no se queda en las apariencias (cf. 1 S 16,7 ), sino que pone sus ojos «en el humilde y abatido» (Is 66.2), en tantos pobres Lázaros de hoy. Cuánto mal nos hace fingir que no nos damos cuenta de Lázaro que es excluido y rechazado (cf. Lc 16,19-21). Es darle la espalda a Dios. ¡Es darle la espalda a Dios! Cuando el interés se centra en las cosas que hay que producir, en lugar de las personas que hay que amar, estamos ante un síntoma de esclerosis espiritual. Así nace la trágica contradicción de nuestra época: cuanto más aumenta el progreso y las posibilidades, lo cual es bueno, tanto más aumentan las personas que no pueden acceder a ello. Es una gran injusticia que nos tiene que preocupar, mucho más que el saber cuándo y cómo será el fin del mundo. Porque no se puede estar tranquilo en casa mientras Lázaro yace postrado a la puerta; no hay paz en la casa del que está bien, cuando falta justicia en la casa de todos.
Hoy, en las catedrales y santuarios de todo el mundo, se cierran las Puertas de la Misericordia. Pidamos la gracia de no apartar los ojos de Dios que nos mira y del prójimo que nos cuestiona. Abramos nuestros ojos a Dios, purificando la mirada del corazón de las representaciones engañosas y temibles, del dios de la potencia y de los castigos, proyección del orgullo y el temor humano. Miremos con confianza al Dios de la misericordia, con la seguridad de que «el amor no pasa nunca» (1 Co13,8). Renovemos la esperanza en la vida verdadera a la que estamos llamados, la que no pasará y nos aguarda en comunión con el Señor y con los demás, en una alegría que durará para siempre y sin fin.
Y abramos nuestros ojos al prójimo, especialmente al hermano olvidado y excluido, al Lázaro que yace delante de nuestra puerta. Hacia allí se dirige la lente de la Iglesia. Que el Señor nos libre de dirigirla hacia nosotros. Que nos aparte de los oropeles que distraen, de los intereses y los privilegios, del aferrarse al poder y a la gloria, de la seducción del espíritu del mundo. Nuestra Madre la Iglesia mira «a toda la humanidad que sufre y que llora; ésta le pertenece por derecho evangélico» (Pablo VI, Discurso de apertura de la segunda sesión del Concilio Vaticano II, 29 septiembre 1963). Por derecho y también por deber evangélico, porque nuestra tarea consiste en cuidar de la verdadera riqueza que son los pobres. A la luz de estas reflexiones, quisiera que hoy sea la «Jornada de los pobres». Nos lo recuerda una antigua tradición, que se refiere al santo mártir romano Lorenzo. Él, antes de sufrir un atroz martirio por amor al Señor, distribuyó los bienes de la comunidad a los pobres, a los que consideraba como los verdaderos tesoros de la Iglesia. Que el Señor nos conceda mirar sin miedo a lo que importa, dirigir el corazón a él y a nuestros verdaderos tesoros.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Regalo de Dios


Hemos disfrutado de un regalo, un gran regalo de Dios, el regalo del Amor y la entrega a los hermanos. Esteban, misionero Comboniano y oriundo de la República Democrática del Congo, ha compartido en nuestra Parroquia su experiencia como misionero. Su vocación surgió desde muy pequeñito, animado por el testimonio de amor de otro misionero que visitaba a su familia y que supo amar como Dios ama a sus hijos. Esteban ha compartido su vida con el pueblo pigmeo en el Congo y nos ha mostrado cómo vivía dicho pueblo y la labor que los misioneros Combonianos han desarrollado con su gente.

Nuestros niños y niñas de catequesis han disfrutado con sus experiencias. El ambiente que se respiraba en nuestra parroquia era mágico envolviéndonos a todos los presentes (niños, niñas, catequistas, padres, madres, abuelos, abuelas, miembros de nuestra comunidad parroquial….) y trasladándonos por un momento a la selva ecuatorial del Congo. El milagro del Amor hace que nos sintamos hermanos y unidos a esa labor misionera que tantos y tantos hombres y mujeres están realizando en el mundo entero. Nunca como hoy, hemos experimentado tan de cerca, la importancia que tiene nuestra ayuda económica en la campaña del DOMUND para las obras de los misioneros.


Pedimos a nuestro Señor que ayude y acompañe a Esteban y a todos los que como él, diariamente son testigos de su Amor en el mundo entero.
Mamen

miércoles, 16 de noviembre de 2016

¡Nunca dejes de brillar!

Puedes ser luz para los demás aunque vivas situaciones que aparentemente no tengan solución.
Puedes ser luz, frágil y tenue, alumbrando poderosamente la oscuridad desde lo que eres, desde lo que das a los demás, desde tu propia razón de existir en el mundo.
Tú eliges si enciendes esa luz o no, eres dueño de ti mismo y nadie más que tú puede hacer que tu luz brille en la penumbra.
A veces una pequeña llama puede alumbrar grandes espacios, todo depende del grado de oscuridad que haya a tu alrededor... Del mismo modo... tu puedes ser una fuente inagotable de luz para los otros cuando te das por entero, cuando perdonas, cuando amas, cuando animas al decaído, cuando luchas por tus ideales, cuando vives desde la fe y cuando la caridad se hace norma de tu existencia.
¡Nunca dejes de brillar!

Encar_AM

martes, 15 de noviembre de 2016

Por nada... por todo


Nos movemos entre el algo y el todo. Parece que siempre buscando más. Y, sin embargo, hay una preciosa tensión entre el nada y el todo, ambos muy evangélicos. 

No pretender nada, dar a cambio de nada; nada te turbe... He ahí formas de vaciamiento evangélico. Y, al tiempo, hay un todo que es lo que nos llamas a vivir y a dar. Hacerse nada, para tenerlo todo. Curiosa tensión evangélica.

pastoralsj.org


lunes, 14 de noviembre de 2016

La Virgen desatanudos

En esta nueva pista de oración voy a sugerir simplemente ¡invoca a María! Para que todo vaya bien, lo mejor posible. Sé que es un tema complejo, discutido. Me estoy refiriendo a María de Nazaret, la madre de Jesús, la madre de Dios (Theotokos). Unos la endiosan, en el verdadero sentido de la palabra, la divinizan, olvidándose de que fue una mujer de carne y hueso, de nuestro pueblo… Otros la marginan de su vida, quizá afectados en contra de una devoción mariana sensiblera, “con flores de virtudes postizas” diría Mª Antonia París, que en nada afecta a una vida más evangélica.
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Esto no va a ser un tratado de mariología. Solo quiero transmitir algunas convicciones que tengan relación con la oración.
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Hay muchas advocaciones marianas, muchas y variadas. Algunas unidas a leyendas, situaciones concretas de la manifestación local o actuación de María… ¿cuántas conoces? Normalmente hacen relación a lo que ella es: en ella tomó carne el Hijo de Dios, el Enmanuel, Jesús el Salvador (Lc 1, 35; 2, 11; Mt 1, 21-23) y lo que hace: es la Mediadora entre Dios y el ser humano (Jn 2, 1-11), siempre madre y todo lo que eso significa: refugio, auxiliadora, compañera. Por ella nos vino Jesús, ella es camino hacia Él. Ella no es Dios, pero es la criatura que más cerca ha estado y está de Él. Tal como leemos en el texto de las Bodas de Caná ¿qué puede negarle un hijo a su madre cuando ésta se lo pide. Jesús nos entregó al pie de la cruz a su madre (Jn 19, 25-27) y cada discípulo puede llevársela a su casa, si lo desea, tenerla entre sus cosas más queridas. María es madre de la Iglesia, ningún sufrimiento de sus hijos le resulta indiferente, por eso podemos invocarla para que ella presente nuestras necesidades a su Hijo, vivo y presente a todos los tiempos. INVOCA A MARÍA con fe, con confianza de hijo, de hija.
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Hay una advocación muy querida por el Papa Francisco que es la Virgen desatanudos. Él se encontró durante su estancia en Alemania con esta imagen, del pintor Johann Melchior Georg Schmittdner, realizada en torno al año 1.700 y comenzó a difundirla a su regreso a Argentina. Me parece una imagen muy sugerente. Aparece la Virgen Inmaculada, asistida por unos ángeles que le van pasando una cinta con nudos, para que ella los desate.
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¿Quién no tiene uno o varios nudos en su vida? Situaciones de lío, enmarañadas, complicadas… que nos hacen decir “las cosas no van bien”. Enfermedades, conflictos en la relación, penurias económicas… la pista para orar hoy es presentar esos nudos a María y permitir con nuestra fe y confianza que ella los desate presentándolos a su Hijo. Como en las Bodas de Caná, junto a la confianza en Jesús, nos pide también: “Haced lo que Él diga”, escucha Su Palabra y llévala a la práctica.
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domingo, 13 de noviembre de 2016

Pon tus palabras en mi boca

Lc 21, 5 - 19
Pon tus palabras en mi boca. Transforma mi mente con la cercanía de tu bondad. Dale alas a mis pensamientos con la acción de tu Espíritu. Inspíranos, Señor, con tu Palabra.
Nos hace falta inspiración ante el mensaje de una clase política que nos asusta cuando solo mira su propio interés y genera divisiones. Nos hace falta inspiración para luchar realmente por la justicia y por los últimos, a los que hemos de sentir hermanos. Hermanos de verdad.
Nos hace falta inspiración para ser constructores de la paz.
Y en los momentos de miedo, de inseguridad, tener la confianza de que nuestra vida está en Ti. Tú pondrás las palabras en nuestra boca… al aire de tu Espíritu.
Fernando Cordero ss.cc.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Comentario Evangelio del domingo 13 de noviembre (XXXIII Tiempo Ordinario, ciclo C) - Lc. 21, 5-19

Los profundos cambios socioculturales que se están produciendo en nuestros días y la crisis religiosa que sacude las raíces del cristianismo en occidente, nos han de urgir más que nunca a buscar en Jesús la luz y la fuerza que necesitamos para leer y vivir estos tiempos de manera lúcida y responsable.

Llamada al realismo
En ningún momento augura Jesús a sus seguidores un camino fácil de éxito y gloria. Al contrario, les da a entender que su larga historia estará llena de dificultades y luchas. Es contrario al espíritu de Jesús cultivar el triunfalismo o alimentar la nostalgia de grandezas. Este camino que a nosotros nos parece extrañamente duro es el más acorde a una Iglesia fiel a su Señor.

No a la ingenuidad
En momentos de crisis, desconcierto y confusión no es extraño que se escuchen mensajes y revelaciones proponiendo caminos nuevos de salvación. Estas son las consignas de Jesús. En primer lugar, «que nadie os engañe»: no caer en la ingenuidad de dar crédito a mensajes ajenos al evangelio, ni fuera ni dentro de la Iglesia. Por tanto, «no vayáis tras ellos»: No seguir a quienes nos separan de Jesucristo, único fundamento y origen de nuestra fe.

Centrarnos en lo esencial
Cada generación cristiana tiene sus propios problemas, dificultades y búsquedas. No hemos de perder la calma, sino asumir nuestra propia responsabilidad. No se nos pide nada que esté por encima de nuestras fuerzas. Contamos con la ayuda del mismo Jesús: «Yo os daré palabras y sabiduría»... Incluso en un ambiente hostil de rechazo o desafecto, podemos practicar el evangelio y vivir con sensatez cristiana.

La hora del testimonio
Los tiempos difíciles no han de ser tiempos para los lamentos, la nostalgia o el desaliento. No es la hora de la resignación, la pasividad o la dimisión. La idea de Jesús es otra: en tiempos difíciles «tendréis ocasión de dar testimonio». Es ahora precisamente cuando hemos de reavivar entre nosotros la llamada a ser testigos humildes pero convincentes de Jesús, de su mensaje y de su proyecto.

Paciencia
Esta es la exhortación de Jesús para momentos duros: «Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». El término original puede ser traducido indistintamente como «paciencia» o «perseverancia». Entre los cristianos hablamos poco de la paciencia, pero la necesitamos más que nunca. Es el momento de cultivar un estilo de vida cristiana, paciente y tenaz, que nos ayude a responder a nuevas situaciones y retos sin perder la paz ni la lucidez.

Jose A. Pagola