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domingo, 28 de marzo de 2021

La Pasión en Domingo de Ramos



En Domingo de palmas y alegría, leemos esta año la Pasión del Evangelio de san Marcos. Aclamado, vitoreado, camino de la Cruz.

La Cruz de Jesús, expresión de su entrega hasta el final en los brazos del Padre, se une a las cruces del mundo, como en sombra alargada que une tantos dolores. El Padre también abraza nuestro mundo en la Cruz del Hijo, Cordero que quita el pecado.

Algunos se han preguntado después de Auschwitz si Dios realmente existe: “Auschwitz existe, por tanto Dios no puede existir”. No puede ser que si Dios existe haya pasado eso. Auschwitz, la muerte de tantos inocentes… tantas cruces. Le echamos la culpa a Dios de muchas cosas que son nuestra responsabilidad o de la responsabilidad compartida de la sociedad.

Hay otra manera de pensar y de vivir: “Porque Auschwitz existe, nesesitamos creer en la Misericordia de Dios”.

Yo me quedo con esta imagen de Fano. El Hijo en cruz compartiendo el dolor de tantos enfermos y víctimas del Covid. No hacen falta más comentarios.

Dibu: Patxi Velasco FANO

Texto: Fernando Cordero ss.cc.

http://blogs.21rs.es/



viernes, 10 de abril de 2020

Viernes Santo



Adoramus te Christe,
benedicimus tibi,
quia per crucem tuam
redemisti mundum.

(Te adoramos, Cristo,
y te bendecimos,
porque por tu santa cruz
redimiste al mundo)


Preguntas a un rey en cruz



¿Qué corona es esa que te adorna,
que por joyas tiene espinas?
¿Qué trono de árbol te tiene clavado?
¿Qué corte te acompaña, poblada
de plañideras y fracasados?
¿Dónde está tu poder?
¿Por qué no hay manto real
que envuelva tu desnudez?
¿Dónde está tu pueblo?

Me corona el dolor de los inocentes.
Me retiene un amor invencible.
Me acompañan los desheredados,
los frágiles, los de corazón justo,
todo aquel que se sabe fuerte en la debilidad.

Mi poder no compra ni pisa,
no mata ni obliga, tan solo ama.
Me viste la dignidad de la justicia
y cubre mi desnudez la misericordia.
Míos son quienes dan sin medida,
quienes miran en torno con ojos limpios,
los que tienen coraje para luchar
y paciencia para esperar.
Y, si me entiendes, vendrás conmigo.

      José María Rodríguez Olaizola, sj

jueves, 9 de abril de 2020

Jueves Santo



DESPEDIDA


Os quiero y querré siempre, amigos;
no he tenido con vosotros secretos
y seguiré compartiendo alegrías y penas,
esperanzas, sueños y proyectos.
Y esto no es un loco arrebato
ni cosa de un momento de ensueño.
Yo os amé primero y no me desdigo.

Os quiero, de por vida, compañeros;
y tanto os amo y deseo hacerlo,
a pesar del poco tiempo transcurrido
desde que os elegí y nos conocemos,
que os abro mi corazón
y os hago testigos de mis secretos,
utopía, reino y evangelio.

Os quiero como a hermanos pequeños
pues tenemos el mismo Padre
aunque seamos tan distintos.
Yo estaré siempre con vosotros;
y no busquéis razones para ello,
es que os quiero y miro
como me enseñaron y me gusta hacerlo.

Os quiero como a mí mismo me quiero,
y aunque parezca locura
no me avergüenza ser mendigo
hacerme servidor vuestro
y dar la vida por entero,
aunque sea Señor y Maestro
y me miréis con respeto.

Os quiero discípulos y amigos,
y sólo anhelo y os pido
que os améis con locura,
con pasión y ternura,
sin medida ni barreras,
como me habéis visto hacerlo.
Es mi único mandamiento.

Os quiero llenos de Espíritu
y mecidos por su brisa y viento,
libres y muy dispuestos
para curar a heridos y enfermos,
ser sal en medio del mundo
y prójimos que ofrecen consuelo.
¡Sed iguales y multiplicad los servicios!



miércoles, 8 de abril de 2020

33 EL MUSICAL



Desde "33 el Musical" queremos poner nuestro granito de arena para ayudar en todo lo posible a superar la situación de crisis mundial en la que estamos inmersos.
Creemos que el mensaje de amor y esperanza de "33" es de vital importancia en este momento porque ahora, precisamente ahora, es cuando tenemos que ser más generosos y solidarios que nunca.
Por todo ello te invitamos al ESTRENO ON LINE del vídeo completo del espectáculo.
Diviértete y emociónate con la historia del mayor influencer de todos los tiempos: Jesús de Nazaret.
El gran teatro de Espacio 33 se traslada a tu casa para que puedas ver el show cómodamente desde tu hogar y en formato de alta resolución. Que la Semana Santa entre en tu casa con "33 el Musical"
Quédate #EnCasaCon33

domingo, 5 de abril de 2020

Horario de los Oficios de Semana Santa en el Seminario San Juan de Ávila



https://www.facebook.com/seminariojerez/



Semana Santa: el Señor más próximo a la humanidad


El Domingo de Ramos viviremos el contraste de lo que es la vida: la acogida y el rechazo. Jesús se acerca más todavía a nuestra humanidad, nos conoce mejor subido en la borriquita y el sufrimiento en Cruz. Nadie como él se ha metido mejor en la piel de lo que los hombres somos capaces de amar y, al mismo tiempo, nuestras contradicciones que llevan a la muerte del Inocente.
En una Semana Santa vivida de puertas adentro, con el corazón de puertas para afuera, estaremos atentos al dolor de la humanidad, revestida con los ornamentos de la bata médica o de los guantes de aquellos que continúan retirando la basura de las calles para que todo ayude en la batalla.
Una Semana Santa en la que Cristo sigue procesionando por las residencias de ancianos, por los barrios de África en los que comienzan los estragos de la pandemia, por aquellos que perdieron sus seres queridos sin poder despedirlos… En tantas situaciones, hoy Jesús se hace todavía más cercano y sigue llevando la Cruz por incontables lugares.
Me gustaría que esta Semana Santa pudiéramos tener también la mirada de María y Jesús con María: “Era un hijo muriendo que sabía que su madre lo veía” (Cristina Inogés). En nuestra impotencia siempre podemos ayudar al otro: María ayudó al hijo niño en su fragilidad. Al finalizar su vida, el Crucificado sin ningún poder se preocupa de su madre.
Vivamos estos días en comunión, unidos en la oración y en las pequeñas-grandes cosas que hemos de hacer en esta cuarentena pre-pascual.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.


viernes, 19 de abril de 2019

Al Cristo del Calvario



En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.

¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada;
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es solo
la llave santa de tu santa puerta.
Amén.

Gabriela Mistral



miércoles, 17 de abril de 2019

Horarios Triduo Pascual 2019



Jueves Santo: cinco de la tarde.

Viernes Santo: doce del mediodía (en la Parroquia de San José).

Vigilia Pascual: sábado a las nueve de la noche.




domingo, 14 de abril de 2019

Comentario Evangelio del domingo 14 de abril (Domingo de Ramos) - Lc. 22:14-23:56



Este domingo de Ramos nos sitúa en el periodo de la Semana Santa y nos invita a seguir escuchando al Señor en cualquier situación, porque nos trae palabras de aliento, palabras que motivan nuestro seguir a Jesús personal y comunitariamente. Acabamos nuestro camino cuaresmal y ya nos introducimos en el tiempo de la “meta”, en la Semana Santa, pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, que, para muchos es algo declarado de “interés turístico”, ¡qué barbaridad!; para otros, no deja de ser una semana más, vacaciones; pero, para unos pocos, un “resto”, es un tiempo fuerte de resituar la vida y centrarse en aquél que mantiene viva la esperanza en que otro mundo es posible, otra forma de vivir y relacionarse es posible, otra Iglesia es posible que sabe decir “al abatido una palabra de aliento” (Is 50,4-7).

“La decisión de Jesús de subir a la ciudad santa da inicio a la sección central del Evangelio de Lucas –el viaje desde Galilea hasta Jerusalén-”. Jesús, que no ha dejado ni un momento de presentarse misericordioso con los pecadores y marginados, hará brillar esta actitud misericordiosa desde la misma cruz al decir: “Padre, perdónalos, que no saben lo que se hacen” (Lc 23,34); Él viene a buscar y salvar lo que se había perdido.

Y todo esto nos trae desconcierto porque nos habla de un Jesús, Mesías, que realiza “gestos proféticos: acciones que hablan con claridad y hondura, acciones que interrogan a las personas, acciones que nos desinstalan, acciones que nos sorprenden y agarran”, en definitiva, acciones que nos hacen tomar partido y decidir, para salir de una fe que tenemos demasiado ritualizada, sabida, quizás un tanto cómoda, y lejos del profetismo al que nos enfrenta la Palabra de Dios.

Jesús, entra en Jerusalén con la conciencia clara de que su mesianismo de humildad y paz, desconcertará a muchos y provocará división de opiniones, porque no cubren sus expectativas. Hay quienes piensan que esta entrada no fue una procesión religiosa ordenada, con palmas que se agitan pacíficamente al ritmo de cánticos religiosos, sino que, más bien aquello, fue un verdadero tumulto porque se mezclaban profundos sentimientos de la fe del pueblo en Dios liberador y su Mesías, con los sentimientos nacionalistas y políticos de los más diversos signos. “Aparejaron el burro con sus mantos y ayudaron a Jesús a montarse” (Lc 23,1-49). Nada de caballos briosos en los que montan los reyes y militares. “Los discípulos en masa, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos, por todos los milagros que habían visto” (Lc 19,39), quieren que todo el mundo piense como ellos y actúe como ellos, pero ¡qué equivocados estáis!. Este Mesías viene con otro talante, con la paz que es la que construye la nueva sociedad, y no el poder y la fuerza. Viene obediente a la voluntad del Padre, “actuando como un hombre cualquiera”, se humilla hasta la muerte de cruz, pero el Padre “lo levantó”, le constituye Señor de todos los poderes y “le concedió el Nombre-sobe-todo-nombre”. Con todas estas acciones y actitudes, “Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre” (Flp 2,6-11), y este es el estilo de Mesías que Dios quiere y que nos resulta paradójico, porque no podemos entender cómo Jesús, después de una vida dedicada a los pobres y al anuncio de la Buena Noticia, se le condene a muerte y conducido a la cruz. Nos resistimos a vivir la fe desde aquí, por lo que gran parte de nuestra semana santa, especialmente la que se vive en la calle, está muy lejos de la pobreza, la austeridad y sencillez que Jesús vivió a lo largo de su vida; más bien, abunda lo contrario y no encontramos la manera de cambiarlo y resituarlo en su verdadero sentido y estilo al que nos compromete el Evangelio y la experiencia de Jesucristo.


José Mª Tortosa Alarcón. Presbítero en la Diócesis de Guadix-Baza



domingo, 1 de abril de 2018

Domingo de Resurrección: a la tercera va la vencida


¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡Que se ha terminado el morado, que pasamos al blanco! Así como lo oyes: ¡Este es el día en que actuó el Señor! (Salmo 117), ¡Cristo ha resucitado, resucitemos con Él! O dicho con la voz del refranero: ¡A la tercera va la vencida! Y es tan grande lo que celebramos que el Resucitado me deja #enblanco.
Así es la Pascua: 50 días como si fueran uno solo, ¡como si fuera hoy! Y los 50 días van a estar #enblanco.
#enblanco para celebrar que el Bien siempre es mayor que el mal que nos rodea, que el Amor es más fuerte que la muerte, que la Vida siempre -misteriosamente- vence. Puede que no venza a la primera, ni a la segunda… pero ¡a la tercera va la vencida!. Dios, que es la Vida, vence.
Lo nuestro, solamente, es ponernos a tiro de esa Vida, porque a cada uno nos llega en nuestro momento: María resucita con Él, Juan resucita con Él, Pedro resucita con Él. No queramos resucitar sin vencer, sin ser nosotros mismos con Él. No queramos llegar a la Vida sin esperar… uno, dos, tres… Es la paciencia confiada de quien no abandona la cruz –ni propia ni ajena- ni se aleja de ningún sepulcro porque sabe que esta vida merece la pena. Es dejar que Dios nos convierta en gente de blanco, nos regale una vida #enblanco, que es la mejor manera de ser cauce para que brillen todos los colores del mundo.
Somos soldados derrotados de una causa invencible (Pedro Casaldáliga). Pero Él vence, a su estilo… para que nosotros seamos de los suyos y vivamos a su modo. Y eso nos da la vida. ¡Feliz Pascua! ¡Por una Pascua #enblanco!

acompasando.org


sábado, 31 de marzo de 2018

Sábado Santo: apaga y vámonos


Hoy resulta que no hay Evangelio. Porque después de lo de ayer… apaga y vámonos. Todo se ha acabado. Cada uno que vuelva a su trabajo como si nada. Fue muy bonito mientras duró. Como dirán otros discípulos un poco más tarde: “nosotros esperábamos que Él fuera el liberador de Israel…” que él fuera… que Él hiciera… Y ya ves. Nada. Apaga la luz y vámonos.
Y mientras nosotros andamos rindiéndonos, Jesús no descansa. El sábado santo es un día grande. Jesús baja y nos encuentra en nuestros infiernos, donde efectivamente se ha apagado la luz, toda luz y nos dice con fuerza: toma mi mano y salgamos de esta oscuridad. Todavía hay una posibilidad, o cientos de ellas. Pero con mi Mano. Porque el Padre está tirando de la mía para levantarnos a todos y no quiero que nadie quede en esta oscuridad. Aprovecha esta oportunidad de vida, de luz, de esperanza. Créeme, no es el final. Pero coge mi mano, por favor te lo pido. Hoy solo te pido eso. Verás lo que va a ocurrir.

acompasando.org


viernes, 30 de marzo de 2018

Silencio de Dios


No abrió la boca, como un cordero era llevado al matadero. No protestó, no se defendió… Lo que no he robado, ¿lo tengo que devolver? No. Ese día la voz que se oyó fue la del pecado. Vociferante, arrogante, gritón, tratando de acallar la otra voz; la del amor, la de la justicia, la del Reino, la de la liberación, la de la bienaventuranza. El pecado que disimula su miedo con la fuerza, su lodo con sangre ajena, su vaciedad con ruido y su abuso con indignación… ¿Habéis oído? ¿Qué necesidad tenemos de testigos? ¿Habéis oído? ¿Habéis oído de verdad? Por supuesto que no. Sólo habéis oído lo que queríais oír, lo que estabais esperando, sin entender nada. Ya tenéis vuestra excusa, ¿qué necesidad tenéis de testigos? Ya podéis acusarle y quedaros tranquilos. Ya podéis sentiros justos mientras herís al justo. Es tiempo para el ruido de las armas, cuando lo único que se oye del inocente es su grito, y hasta este se atenúa… Lo sacaron fuera de la ciudad. Son tantas las voces del pecado que se dan cita en estos juicios del siervo que pueden formar un coro, una gran coral que provoque la sonrisa complacida del mal, extasiado con esta armonía perversa. Crucifícalo, se grita desde la docilidad, desde la sumisión a otros que piensan por todos y desde la indiferencia que pide carnaza. Queremos a Barrabás, y al violento y al fuerte, al bello y al que triunfa, al rico y al brillante, al que siempre cae de pie. Queremos a Barrabás, no al justo. Las barrabasadas son simpáticas ahora. Si le liberas no eres amigo del César… en cambio si le condenas, a pesar de que sabes que es inocente, a ti te irá mejor. ¿Y no se trata de eso? Que te vaya muy bonito. Que te vaya muy, muy bonito. Porque lo que importa eres tú. Tú. Tú. Tú. Tú. Yo. Yo. Tu seguridad la estás pagando con sangre ajena, pero lávate las manos y la memoria. Grita también el miedo: Yo no lo conozco, nunca he estado con él, adiós, mi amigo, no soy valiente como tú, ahora estás solo. Tal vez algún día reúna las fuerzas, el coraje, para que me salga una voz distinta, discordante en este coro fúnebre. Pero hoy me vence el temor que deja lágrimas y culpa. Habla la mentira, aunque se enreda en su propia malicia, y no se ponían de acuerdo en sus acusaciones. ¿Y qué más da? ¿No está todo claro ya? Ya se sabe qué verdad interesa. El resto es pantomima. Habla la crueldad, que es fuerte con el débil y aduladora con el poderoso. Adivina quién te ha pegado, ja, ja, qué divertido, qué grotesco, qué gracioso, qué burlón. ¿No debería poder librarse si es quien dice ser? Es un fraude, proclama, ufana, la necedad. Crucifícalo, crucifícalo, pero bien lejos. Sácalo de nuestra vista, que aquí es incómodo. No tenemos más rey que al César. Entonces que hablen los golpes, y los clavos. 
Este griterío, esta algarabía inhumana ¿acalla acaso la voz que tendría que oírse…? En silencio atraviesa el mundo el sollozo desgarrado de un Dios y de tantos hijos suyos… un silencio más estruendoso que el vocerío del mal, aunque ahora no lo parezca. Porque la Vida no es esto de hoy. Calla el amor. Calla la misericordia. Callan el bien y la justicia. Callan el Reino y la paz. Calla el hermano. Callan la caricia y el milagro, la ternura y la confianza. Calla Dios, tras revelarse. Yo soy. Amén. 


pastoralsj.org


Viernes Santo: amor con amor se paga


El refrán lo entendemos todos. Hay cosas que los seres humanos entendemos sin explicación alguna. Quizá por eso es tan difícil acercarse a cualquier gesto de amor radical, de esos que dan la vida, y no conmoverse.
Hoy la Iglesia medita el relato de la Pasión. Ya no comienza con la fiesta de los Ramos ni con el pueblo ensalzando a Jesús como Rey. Ahora es acusado, abandonado, abucheado y crucificado. No es una película. No es una leyenda. Puedes creer que es el Hijo de Dios o no. Pero que un tal Jesús nazareno respondió a tanta violencia con dignidad y con esta sencillez desnuda, es un dato histórico.
Los suyos lo vivieron después como puro gesto de amor. ¿Y nosotros? ¿Cómo lo vivimos? ¿Es un trámite?, ¿una mera tradición?, ¿un cuento?…
En la medida que podamos vivir el viernes santo sobrecogiéndonos por tanto amor, estaremos en disposición -¡al menos la disposición!- a devolver amor. A pagar con amor. “A nadie debáis nada más que amor…” (Rom 13,8). Y ojalá que nadie nos deba más que amor. Ojalá no queramos pagar a Dios con nada más que amor, porque… ¡es tanto el que recibimos de Él! Hoy es el día.

acompasando.org




jueves, 29 de marzo de 2018

Jueves Santo: al pan pan y al vino vino


¿Cómo que al pan, pan y al vino, vino? ¡¡En este Evangelio de hoy, Jueves Santo, no aparecen estos benditos elementos!! Siempre nos han dicho que el Jueves es la institución de la Eucaristía…
Pues sí. Hoy Jesús nos dice que Él ama hasta no poder más a sus amigos. Pero no es amor de boquilla, sino de hechos. Y antes de decirnos “Tomad y comed, esto es mi cuerpo… tomas y bebed esta es mi sangre, para la vida del mundo, para el perdón de los pecados” ha pasado la vida entera desviviéndose sirviendo. Como un hombre cualquiera; no, como un esclavo, arrodillado a nuestros pies, lavando y curando nuestras heridas… Las palabras de Jesús concuerdan plenamente con sus hechos. Es hombre de palabra verdadera. Sí Señor, al pan pan y al vino vino. Comeremos tu pan, comulgaremos tu cuerpo y nos haremos hoy una sola cosa contigo. Para vivir como Tú. “El vino de tus venas nos provoca, el pan que ellos no tienen nos convoca a ser contigo el pan de cada día” (P. Casaldáliga).

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miércoles, 28 de marzo de 2018

Miércoles Santo: por la boca muere el pez


Pues sí: ¡cuántas veces se nos ha ido la fuerza por la boca!, ¡cuántas veces muere el pez que somos por dejar que la boca vaya más rápido y más lejos de nuestra cabeza y nuestro corazón!
Jesús deseaba celebrar la Pascua, la última Pascua, con sus discípulos. Y seguramente también sus discípulos con Él. Pero para uno de ellos iba a ser una pascua teñida de traición. Como decíamos ayer el corazón de Judas dudó, y ya sabemos, como nos cuenta el Evangelio de hoy lo que terminó haciendo: las palabras de su boca se convirtieron en muerte. En la suya y la de Jesús. ¿Qué hubiera pasado si Judas hubiera mantenido su boca cerradita? No habría vendido al Maestro. Pero quizá la duda hubiera seguido en su corazón. Es ahí donde nos la jugamos, en el corazón.
No es Judas el único malo de esta historia, aunque pasó a la historia como prototipo del traidor. ¿Pondrías tú la mano en el fuego por Jesús? No siempre ¿verdad? ¿También en tu corazón se libra alguna batalla en relación con Jesús? Permite que tu corazón se exprese en palabras y gestos verdaderos. Y que pueda más el deseo de celebrar la pascua con Jesús.
Por la boca muere el pez, pero también por la boca podremos comer con Él el pan ázimo de la sinceridad y la verdad (1Cor 5,8).

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martes, 27 de marzo de 2018

Martes Santo: ni contigo ni sin ti


Judas salió del cenáculo de noche. Dispuesto a entregar al Maestro por 30 monedas… empezó bien con él, se entusiasmó con su manera de hacer… parecía que había llegado el revolucionador de todo… y así era, pero Judas no lo captó a fondo. Jesús le había decepcionado al parecer: “No Jesús, así no. Tienes que ser más radical. Contigo y así, no. Mejor la vida sin ti”.  Y al final, ni siquiera vida…
Pedro sale en defensa de Jesús: contigo hasta el fin del mundo Jesús… yo te cuidaré, te protegeré, no permitiré te ocurra nada malo… Yo sin ti, ya no soy nada.
Pedro, Pedro… no seas tan bocazas. A la primera de cambio, cuando ves las barbas de tu vecino mojar… ya sabes como dice el refrán… te entró el miedo, no, el pánico. Y le negaste. No conozco a ese hombre. Y era cierto: no conocías lo que sería la vida con él… pero después de las lágrimas, después de otra triple confesión… de amor.
Hoy, Pedro, ni contigo, ni sin ti. Hoy, que a cada uno de nosotros nos sea concedida la gracia de esa firme decisión que nos permita acompañar sin dudar al Maestro, vaya donde vaya.

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lunes, 26 de marzo de 2018

Lunes Santo: el buen perfume...


Hoy el Evangelio nos propone la llamada unción de Betania. María acaricia los pies de Jesús con un carísimo perfume. Un buen perfume, de esos que dice el refrán que se guardan en frasco pequeño. No porque sea escaso, no por querer guardarlo. ¡Al contrario! Es un perfume tan potente que llena toda la casa. Y cuando algo es auténtico (de nardo auténtico, dice Juan) no necesita mucha cantidad ni mucho artificio; no necesita nada más.
¡Qué bonito sería saber cuál es nuestro perfume más preciado y auténtico!, ¡qué bueno sería querer guardarlo en frasco pequeño, mantenerlo auténtico, no querer adulterarlo con nada ni por nada! ¡Cuánta vida nos daría querer perfumar los pies de Jesús sin preocuparnos de nada más, eligiendo dar lo mejor de nosotros aún a aquellos que son desechados, condenados, anulados!
El buen perfume se guarda en frasco pequeño. Guardemos con el mismo cuidado y empeño el mejor perfume que nos da la vida y da vida a los demás. También cuando estamos en puertas de la Pasión y el sentido común (o el mal Espíritu) nos sugiere que abandonemos y nos guardemos todo lo bueno. No caigamos en la tentación.

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