Os deseamos a todos y todas un tiempo de Adviento fértil, rico en momentos de oración sincera, de escucha de la voluntad de Dios, de confianza ciega como María y de compartir generosamente con nuestros hermanos y hermanas.
Que Dios nos bendiga a todos y sepamos acogerlo en nuestros corazones.
Un fuerte abrazo en el Señor.