sábado, 31 de enero de 2015

Comentario Evangelio del domingo 1 de febrero (4 tiempo ordinario, ciclo B) - Mc. 1, 21-28

Hay que enmarcar, en primer lugar este relato de Marcos en su contexto:

Jesús en Galilea se ha convertido en un predicador itinerante del Reinado de Dios, va de pueblo en puebloSu actividad tiene dos aspectos: sus palabras y los gestos que la acompañan. Esos gestos son de liberación y curación.

En esta escena concreta en la sinagoga de Cafarnaúm contemplamos un exorcismo. Con este gesto de sanación se le reconoce a Jesús autoridad propia. También por ello Jesús va adquiriendo fama entre la gente. 

En la escena del exorcismo se evidencian las patologías psicológicas, los miedos y males inexplicables y las enfermedades mentales que en la cosmovisión judía de ese tiempo eran interpretadas como posesiones de espíritus malignos y satánicos y eran motivo de marginación y exclusión social.

Hoy día nosotros juzgamos estas situaciones de distinto modo. Aunque en el fondo, lo fundamental, igualmente se trata de una sanación y liberación, que es lo definitivo y lo que nos interesa.


Para nuestra consideración espiritual podemos reflexionar: 

1º punto: Se nos invita a abrir los ojos y descubrir el mal real de nuestro mundo, pecado, injusticia, maltratos, desesperanza de los pobres. ¿Vemos o no la maldad de la injusticia real de nuestro mundo?

2º punto: El Reino de Dios viene a nosotros. La palabra, el poder y la humanidad de Jesús sana, fortalece y libera.

3º punto: La autoridad de Jesús es su autenticidad, su apuesta por la verdad, su servicio al oprimido y al que sufre.

4º punto: El encuentro con Jesús es de liberación y sanación.



Marcelino Sánchez sj




Festividad de San Juan Bosco





Hoy celebramos la memoria de san Juan Bosco (1815-1888), presbítero y fundador de la Sociedad de San Francisco de Sales (Salesianos de Don Bosco). 

San Juan Bosco a los nueve años recibe en un sueño su vocación. Allí, Juanito encontrándose en medio de una violenta gresca infantil, recibe la llamada de Jesús por su nombre y le dice: «Juan, no con golpes, sino con bondad y mansedumbre lograrás ganarte a estos...». Y, ¡vaya si aprendió de tal forma en su vida este método del amor!, que invitaba a sus seguidores -luego como experimentado educador- a «tratar de amar lo que aman los jóvenes, para que luego, ellos amen lo que tú amas», es decir, abájate para poder elevar, acércate para poder asumir, hazte pequeño, para hacer que ellos logren ser grandes.

Pidamos hoy día al Señor que nos guíe, como lo hizo con san Juan Bosco, a seguir su camino de amor paciente para salvar a la humanidad, especialmente a la juventud, «la porción más delicada y valiosa de la sociedad humana», como diría el santo educador.



Extraído de evangeli.net


jueves, 29 de enero de 2015

Adora y confía


No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.


Quiere lo que Dios quiere.
Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que, 
pese a todo,
acepta los designios de su providencia.


Poco importa que te consideres un frustrado
si Dios te considera plenamente realizado, 
a su gusto.


Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas.
Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente cogido,
cuanto más decaído y triste te encuentres.


Vive feliz. Te lo suplico. Vive en paz.
Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.


Haz que brote, 
y conserva siempre sobre tu rostro,
una dulce sonrisa, 
reflejo de la que el Señor
continuamente te dirige.
Y en el fondo de tu alma coloca, 
antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.


Recuerda: 
cuanto te deprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en el nombre 
de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso, 
cuando te sientas apesadumbrado, triste,
adora y confía.


Teilhard de Chardin




Extraído de pastoralsj.org

miércoles, 28 de enero de 2015

Caminar en medio de la tormenta

«Este día, al atardecer, les dice: pasemos a la otra orilla. Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se inundaba. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: Maestro, ¿no te importa que perezcamos? Él, habiéndose despertado, increpó al viento y le dijo al mar: ¡Calla, enmudece! El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: ¿Por qué tenéis tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe? Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?» (Mc 4, 35-41)

¿Alguna vez has caminado en medio de la tormenta? Cuando el viento se hace incómodo. Cuando la lluvia te cala hasta los huesos y el alma. Cuando cada paso supone un esfuerzo. Cuando muy lejos, en el horizonte, en el tiempo, suspiras por el calor del lugar seguro... 

Sólo si has pasado por el vendaval puedes apreciar en todos sus matices la calma. Sólo si te has visto superar las condiciones adversas eres consciente de todo lo que puedes llegar a hacer. Sólo entonces estás preparado para comprometerte con tantas causas que te van a arrojar en medio de torbellinos. 

Pero no idealices las tormentas: el corazón estará frío, los pies cansados, el espíritu abatido, el sentido escondido. Aun así, sigue adelante. Con la guía de quien es calma en la tormenta, luz en la oscuridad, paz en la guerra. Sigue adelante.

Releo la escena despacio, intentando imaginarla.      
Me veo como los discípulos, en las horas de zozobra.  
Le pido a Dios fuerza para caminar siempre.            
Le pido a Dios valor para afrontar los retos.               
Le pido a Dios fe cuando todo es oscuro.                    

Extraído de pastoralsj.org               

               

martes, 27 de enero de 2015

La fuerza se realiza en la debilidad

«Llevamos este tesoro en vasijas de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros. Apretados en todo, mas no aplastados; apurados, mas no desesperados; perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados. Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes la muerte de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo...» (2 Cor 4, 7-10)

No es más fuerte quien no llora, o quien no tiembla, o quien no vacila. No es más fuerte quien más grita o quien menos duda. No es más fuerte quien golpea con más contundencia. 

Es fuerte quien está dispuesto a arriesgarse, aunque en el camino el corazón se le atraviese una y mil veces. Quien se atreve a hablar en tiempos de silencio. A ser tenido por idiota por aventurarse a amar sin medida. 

Porque quien así vive y actúa no tendrá mucho descanso, pero sí una vida intensa, y apasionante, y apurará la humanidad en sí mismo y en los otros.
Le pido a Dios que me enseñe a arriesgarme. 
Que no me deje refugiarme en terrenos seguros, en espacios cómodos y fáciles. Que me ayude a sonreír cuando la vida me pueda, a cantar aun cuando el corazón solloza, que en mi debilidad me haga fuerte.

Extraído de pastoralsj.org


lunes, 26 de enero de 2015

En las horas difíciles

¿Quién no pasa por temporadas malas? ¿Quién vive en un mundo de porcelana? ¿Quién camina sin horas oscuras? 

A todos nos llegan momentos en los que los problemas se agolpan. Unas veces es en forma de conflictos que nos llenan de preocupación. Otras veces nos golpean fracasos inesperados. Hay ocasiones en que nos falla la gente, hasta sin quererlo, sin poder evitarlo, tal vez sin saberlo... 

Y entonces nos invade la inquietud, nos martillean las sienes con la preocupación, las preguntas, las dudas y el sin sentido... 

Aprender a ser fuertes en esos momentos no es hacernos impermeables o impasibles. No es revestirnos de una capa de dureza que nos haga inmunes a las tormentas. No es compensar los problemas con otras satisfacciones, ni negar que existen, pues muchas veces son dolorosamente reales. 

Ser fuertes es ser capaces de caminar, aun heridos; de creer, aun agitados; de amar, aun vacíos.

Extraído de pastoralsj.org


sábado, 24 de enero de 2015

Comentario homilético. 3º Domingo. Tiempo Ordinario-Ciclo B

Hay que enmarcar, en primer lugar este relato de Marcos en su contexto:
Jesús ha vuelto a Galilea desde Judea, después de estar con Juan y que éste haya sido preso y comienza su vida activa.
Jesús se ha convertido en un predicador itinerante del Reinado de Dios, va de pueblo en pueblo y busca compañeros.
Marcos quiere escenificar una "escena de llamada" en cuatro actos lo que sin duda fue un proceso de experiencia personal más o menos largo, para destacar el carisma de "llamada" de Jesús.
1º momento: Jesús va pasando y ve a unas personas en la orilla del lago de Galilea.
2º momento: Estas personas son trabajadores del mar y están en sus faenas diarias.
3º momento:  Jesús las llama (se entiende por sus nombres).
4º momento: Estas personas dejan su faena y se van con él.

Para nuestra consideración espiritual podemos reflexionar:
1º punto: El Reino de Dios viene a nosotros. Hay una llamada de Jesús que nos invita a una relación personal con él.
2º punto: Cada uno tiene su llamada y su seguimiento personal. Ser discípulo de Jesús es seguirle, estar con él y compartir sus valores de vida.
3º punto: Pero hay que dejar algo de la vida anterior que impide el seguimiento. ¿Qué ataduras me impiden seguir mi vocación?
4º punto: La fe por tanto es una relación de amistad, de comunicación de Dios que obviamente conlleva sentido de vida y conversión. Por ello también se nos invita a hacer memoria de la experiencia histórica personal de encuentro.
5º punto: La llamada de Jesús conlleva una misión: "Os haré pescadores de hombres" . Es una nueva tarea en la vida. Es la corresponsabilidad pastoral de todos los discípulos miembros de la comunidad.
6º punto: La "Buena noticia" o "Evangelio" es el contenido mismo de la misión. Es vivir la fe en un Dios que libera y salva.
Marcelino Sánchez, sj

Opción por los pobres


Señor Jesús, hermano de los pobres,
frente al turbio resplandor de los poderosos
te hiciste impotencia.
Desde las alturas estelares de la divinidad
bajaste al hombre hasta tocar el fondo.
Siendo riqueza, te hiciste pobreza.
Siendo el eje del mundo
te hiciste periferia, marginación, cautividad.
Dejaste a un lado a los ricos y satisfechos
y tomaste la antorcha
de los oprimidos y olvidados,
y apostaste por ellos.
Llevando en alto la bandera de la misericordia
caminaste por las cumbres y quebradas
detrás de las ovejas heridas.
Dijiste que los ricos ya tenían su dios
y que sólo los pobres ofrecen espacios
libres al asombro;
para ellos será el sol y el Reino,
el trigal y la cosecha.
¡Bienaventurados!

Es hora de alzar las tiendas y ponernos en camino
para detener la desdicha y el sollozo,
el llanto y las lágrimas,
para romper el metal de las cadenas
y sostener la dignidad combatiente,
que viene llegando, implacable, el amanecer
de la liberación
en que las espadas serán enterradas
en la tierra germinadora.
Son muchos los pobres, Jesús; son legión.
Su clamor es sordo, creciente, impetuoso
y, en ocasiones, amenazante
como una tempestad que se acerca.

Danos, Señor Jesús, tu corazón sensible
y arriesgado;
líbranos de la indiferencia y la pasividad;
haznos capaces de comprometernos
y de apostar, también nosotros,
por los pobres y excluidos.

Es hora de recoger los estandartes
de la justicia y de la paz
y meternos hasta el fondo de las muchedumbres
entre tensiones y conflictos,
y desafiar al materialismo con
soluciones alternativas.

 Danos, oh Rey de los pobres
la sabiduría para tejer una única guirnalda
con esas dos rojas flores:
contemplación y combate.
Y danos la corona de la Bienaventuranza.
Amén”.



(P. Ignacio Larrañaga).

jueves, 22 de enero de 2015

Tomad y comed



           -Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo… - estaba diciendo el sacerdote en aquel momento.

             Paco estaba de pie, al final de la iglesia. Cerró los ojos un momento y volvió a repetir aquellas palabras en su corazón. Y he aquí que, cuando los abrió, no estaba en el templo. Estaba en mitad de la calle.
Junto a él se encontraba un compañero de trabajo, al que habían echado esa mañana injustamente, que lloraba desesperado, en soledad, mientras el mundo volvía la cabeza. Frente a él, cubierta por la vergüenza, vio a Loli, la vecina del tercero, a la que muchos, incluido él, criticaban y acusaban de abandono de la casa. La miró a la cara, y vio, por primera vez, las marcas de la mano de su marido, la desesperanza y la soledad que invadían su alma como un manto negro. Más allá no pudo dejar de ver a Fredo, el drogadicto, que no encontraba sentido a nada, y a quien poca gente se acercaba, porque no era una persona que mereciera la pena.

             Paco se preguntó, extrañado, por qué estaba de repente allí, por qué toda aquella gente lo miraba. Lo miraba también María, la mujer anciana que se consumía en su casa mientras sus hijos se repartían la herencia; lo miraba José, el muchacho homosexual que intentaba vivir con normalidad y era juzgado mañana, tarde y noche por los vecinos dignos; y Ani, la joven de la que se reían porque decía que se podía vivir de otra manera, y que se iba quedando sola con su horizonte más allá de la mediocridad. Encontró a Alberto, el inmigrante que buscaba su futuro a pesar de ser acusado de venir a este país a molestar a los ignorantes patriotas, y a Manolo, el borracho que ya no veía salidas. Encontró al fin a todos aquellos a quienes cortaba el futuro y la vida mientras compraba lo que no necesitaba, a esos miles que morían de hambre porque él tenía demasiado.

             Y, de pronto, todos aquellos ojos que lo miraban se tornaron en los mismos ojos: los ojos de Dios, del Dios que se estaba haciendo presente, y que lo miraba, sin odio, sin rencor, pero con inmensa tristeza. La compasión y el amor de los ojos de Dios lo atravesaron, y Paco no tuvo más remedio que cerrar los suyos.

             Cuando los volvió a abrir, estaba otra vez en el templo. “Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre…”, escuchó. Miró entonces al sacerdote, y descubrió que estaba pensando lo mismo que él. Dios los había mirado. Ahora sólo quedaba morir de amor, entregar el cuerpo, derramar la sangre, perder la vida como Aquel al que iban a comulgar.


Extraído de ixcis.org


martes, 20 de enero de 2015

Una Iglesia que no es perseguida no puede ser la Iglesia de Jesús

Ignacio Ellacuría [1].  “No es sólo que el mensaje cristiano tenga como término preferido a los pobres, es que sólo los pobres son capaces de sacar de ese mensaje su plenitud. Y esto es lo que afirma la teología de la liberación y esto es lo que condiciona su método de hacer teología”.
“No cualquier lucha por la justicia es la encarnación del amor cristiano, pero no hay amor cristiano sin lucha por la justicia cuando la situación histórica se define en términos de injusticia y de opresión; de ahí que la Iglesia como sacramento de liberación tenga la doble tarea de despertar y acrecentar la lucha por la justicia entre quienes no se han entregado a ella, y la de hacer que quienes se han entregado a ella lo hagan desde lo que es el amor cristiano. También aquí el ejemplo del Jesús histórico es decisorio: en su sociedad contrapuesta y antagónica, Jesús amó a todos, pero se situó al lado de los oprimidos, y desde allí luchó enérgica, pero amorosamente, contra los opresores”.
“Errarían los cristianos si buscaran solamente un tipo de liberación social. La liberación debe abarcar todo aquello que está oprimido por el pecado y por las raíces del pecado, debe abarcar tanto las estructuras injustas como las personas hacedoras de injusticia, tanto lo interior de las personas como lo realizado por ellas”.
“El carácter institucional de la Iglesia, derivado necesariamente de su corporeidad social, tiene exigencias claras que sólo idealismos anarquizantes pueden dejar de ver. Pero ese carácter institucional no tiene por qué configurarse, como a menudo sucede y ha sucedido, conforme a la institucionalidad que necesitan los poderes de este mundo para mantenerse en su condición de poderosos. Ese carácter institucional debe estar subordinado al carácter más profundo de la Iglesia como continuadora de la obra de Jesús”.
“La raíz última de por qué la Iglesia institucional puede convertirse en opresora de sus propios hijos no está en su carácter institucional, sino en su falta de dedicación a los más necesitados en seguimiento de lo que fue y de lo que hizo Jesús. Consiguientemente, sólo una puesta al servicio de los más pobres y necesitados puede desmundanizarla y, ya desmundanizada, dejará de caer en todos los defectos naturales de la organización y del poder cerrado sobre sí mismo”.
“Con las suavizaciones y espiritualizaciones de algunas partes del NT, se pretende no excluir a ninguna persona -todas están llamadas a la salvación, supuesta la debida y real conversión-, pero de ningún modo negar cuál era la preferencia real de Jesús. El peso masivo de la dedicación de Jesús a los pobres, sus ataques no escasos a los ricos y a los dominadores, la elección de sus apóstoles, la condición de sus seguidores, la orientación de su mensaje, dejan pocas dudas de cuál fue el sentir y la voluntad preferente de Jesús. Tanto es así que hay que hacerse pobre como él, aun con toda la historicidad que compete a la pobreza, para entrar en el Reino”.
“Consiguientemente, la Iglesia de los pobres no es aquella Iglesia que, siendo rica y estableciéndose como tal, se preocupa de los pobres; no es aquella Iglesia que, estando fuera del mundo de los pobres, les ofrece generosamente su ayuda. Es, más bien, una Iglesia en la que los pobres son su principal sujeto y su principio de estructuración interna; la unión de Dios con los hombres tal como se da en Jesucristo es históricamente una unión de un Dios vaciado al mundo de los pobres. Así la Iglesia, siendo ella misma pobre y, sobre todo, dedicándose fundamentalmente a la salvación de los pobres, podrá ser lo que es y podrá desarrollar cristianamente su misión de salvación universal. Encarnándose entre los pobres, dedicando últimamente su vida a ellos y muriendo por ellos, es el modo como puede constituirse cristianamente en signo eficaz de salvación para todos los hombres. El norte orientador de la constitución histórica de la misión de la Iglesia, por lo que toca a su destinatario primordial, no puede ser otro. No sólo se trata de que representen los pobres la mayor parte de la humanidad y, en este sentido, son lugar primario de universalidad; se trata, sobre todo, de que en ellos está especialmente la presencia de Jesús, una presencia escondida, pero no por eso menos real. De aquí que sean los pobres el cuerpo histórico de Cristo, el lugar histórico de su presencia y que sean los pobres la “base” de la comunidad eclesial”.
“Esto sitúa a la Iglesia latinoamericana en una posición difícil. Por un lado, le trae persecución, como le trajo persecución hasta la muerte al propio Jesús: La Iglesia latinoamericana y, más exactamente, una Iglesia de los pobres, debe estar convencida de que en un mundo histórico donde no se encuentre ella misma perseguida por los poderosos, no hay predicación auténtica y completa de la fe cristiana; pues, si no toda persecución es signo y milagro probatorio de la autenticidad de la fe, la falta de persecución por parte de quienes detentan el poder, en situación de injusticia, es signo, a la larga irrefutable, de la falta de temple evangélico en el anuncio de su misión“.
***
[1] Recopilación ofrecida por Jaume Flaquer para el 25 aniversario del asesinato de Ignacio Ellacuría y de sus compañeros jesuitas en el Salvador. Textos extraidos de un artículo suyo editado por la revista Selecciones de Teología: Ignacio Ellacuría, “La Iglesia de los pobres: sacramento histórico de liberación” en Selecciones de Teología, vol. 70 (1979).

Extraído de cristianismeijusticia.net

lunes, 19 de enero de 2015

GENIAL CAMPAMENTO DE INVIERNO - GRUPO SCOUT DELAWARE

Como es tradición cada año, ha tenido lugar nuestro Campamento de Invierno. Este año hemos estado en Arcos de la Frontera, en el Colegio Río Frío y estamos muy contentos y agradecidos con su amabilidad. Hemos tenido la suerte de disfrutar de las instalaciones del colegio al completo y en el Ayuntamiento también se han portado muy bien con nosotros.

Todo esto ha posibilitado que el desarrollo de todas nuestras actividades haya sido un éxito y lo hayamos pasado súper bien.

Hemos aprendido muchas cosas nuevas y hemos aprendido mucho de nosotros mismos.

Hemos tenido una edición genial de nuestro Concurso de Villancicos que ha sido ganada por los Lobatos. Los felicitamos por su divertida actuación.

En general podemos decir que ha sido un campamento genial, pero como siempre, ¡se nos ha hecho corto!


Ahora comenzamos el segundo trimestre con energías renovadas y con más ganas de seguir pasándolo genial =)


Grupo Scout Delaware


sábado, 17 de enero de 2015

Comentario homilético. 2º Domingo. Tiempo Ordinario-Ciclo B


Hay que enmarcar, en primer lugar este relato joánico en su contexto:
Históricamente Jesús se ha hecho bautizar por Juan y se ha enrolado en su movimiento. Cuando toman preso a Juan, Jesús comienza su predicación y busca compañeros.
De telón de fondo se presenta a Juan Bautista como el "precursor" de Jesús, por eso le señala con una frase litúrgica y bíblica: "Cordero de Dios". Así lo piensa la primitiva comunidad joánica.
El evangelista Juan quiere escenificar cómo se inició el pequeño grupo de seguidores de Jesús poniendo el acento en cómo fue su experiencia personal de encuentro con Jesús.

Para nuestra consideración analizando el texto señalamos:
1º punto: La fe es búsqueda, es camino existencial de vida.
2º punto: La fe se interroga y pregunta acerca del sentido profundo de la vida.
3º punto: La fe supone apertura a la novedad de Dios.
4º punto: La fe conlleva encontrarse. Salir hacia el otro. Estar juntos.
5º punto: La fe, una relación de amistad, de comunicación de Dios que conlleva liberación y salvación.
6º punto: Una fe que lleva a comunicar la buena noticia a los demás, no se la queda uno para sí solo.
7º punto: Jesús nos llama en la historia personal. Hacer memoria de la experiencia histórica personal de encuentro. Y consecuentemente se sigue un cambio de vida.

Por, ello, en este encuentro personal, que es la fe, preguntamos a Jesús:
¿Cuál es el secreto de tu vida? ¿Qué es vivir para ti?
Y a su vez nos preguntamos:
¿Queremos orientar vuestra vida en la dirección que lleva Jesús?
Jesús nos puede responder:
Tened vosotros mismos la experiencia. No busquéis fuera. Venid a vivir conmigo.

Quiero ser capaz

Quiero ser capaz de dar comida a quien tiene hambre.
Quiero ser capaz de dar de beber a quien tiene sed.
Quiero poder calmar las penas de quien está intranquilo.
Quiero ofrecer reposo a quien está cansado.
Quiero abrir mis puertas y ofrecer amor a quien está solo.
Quiero ser tu hermano, Señor.
Quiero ser realmente hermano de todos.
Quiero atreverme a ir a visitar a quien está en la cárcel.
Quiero saber cuidar a quien está enfermo.
Quiero acoger a quien viene de cerca o de lejos,
sea blanco o negro, que eso nunca me importe.
Quiero estar dispuesto a tender mi mano
a todo el que la necesite.
Quiero ser tu hermano, Señor.
Quiero ser realmente hermano de todos.
Pero yo solo no puedo.
Ayúdame, Señor, dame el amor que necesito
para poder amar a los demás como tú los amas.

jueves, 15 de enero de 2015

En el cumpleaños de Martin Luther King Jr

Martin Luther King, Jr. (MLK) fue un líder religioso, un predicador, un organizador y un activista social, pero no un profesor. Así pues, no dejó una teoría o una explicación sistematizada de su pensamiento. Aprovechando el aniversario de su nacimiento, este comentario quiere recoger algunos hechos de su vida y algunos términos de su profético legado.
Martin Luther King recibió un gran número de premios: fue el primer afroamericano en ser nombrado "Hombre del año" por la revista Time (1963). Fue la persona más joven en ser distinguido con el Premio Nobel de la Paz (1964), póstumamente se le otorgó la "Medalla Presidencial de libertad" y en su Presidente discurso Kennedy declaró: "Martin Luther King, Jr. fue la conciencia de su generación". Quizás merece mencionar por la coyuntura de intolerancia religiosa que vivimos, que MLK logró un amplio reconocimiento interreligioso: recibió el premio "Pacem in Terris", del American Jewish Committee, fue el primer no-anglicano en dirigir una oración vespertina en la Catedral de Londres de Saint Paul y su compromiso por la justicia ha sido elogiado por teólogos católicos como Ellacuría o Sobrino.
 MLK1
Martin Luther King tenía un sueño
Nació el 15 de Enero de 1929 en Atlanta, EEUU. Estudió teología en la Universidad de Boston y fue ordenado pastor baptista. Desde joven tomó conciencia de la situación de segregación social y racial que vivían los afro-americanos de su país. En 1954 se hizo cargo de una iglesia en la ciudad de Montgomery (Alabama).  Por su fama de predicador comprometido por la justicia, le invitan a liderar una campaña de boicot a los autobuses segregados en la ciudad que se inició con el arresto de Rosa Parks el 1 de diciembre de 1955. Este boicot que logró la desegregación de los autobuses en un año, transformó la causa de los derechos civiles en un movimiento político de masas. La fama de King se extendió rápidamente y formó parte de varios movimientos que reivindicaban el acceso a la plena ciudadanía de los ciudadanos afroamericanos.
 MLK
Rosa Parks en el autobús

En 1960, inspirado y apoyado por un movimiento de estudiantes de Carolina del Norte que decidieron hacer “sentadas” y ocupar espacios segregados para reivindicar el igual acceso de los afroamericanos a espacios reservados “solo para blancos” inició una campaña a nivel nacional. Partidarios de los derechos civiles de todo el país organizaron "giras de la libertad", en las que blancos y negros “freedom raiders” viajaban en autobuses hacia las terminales segregadas del sur.
En 1963 tuvo lugar la "Marcha a Washington", en la que más de 200.000 personas en la que fue la manifestación política más numerosa que se había realizado en EEUU King explicó cuál era la mística que alimentaba su política, “su sueño”: que todos los hijos de Dios fueran libres y vivieran con dignidad.
MLK4
La marcha sobre Washington
El 2 de julio de 1964 se aprobó la Ley de Derechos Civiles que derogaba las medidas segregacionistas. Pese a ley los afro-americanos seguían encontrando dificultades para inscribirse en el censo electoral. El movimiento por los derechos civiles, organizó varias campañas para concienciar sobre este tema y en ocasiones fueron rechazados con violencia. El asesinato de un activista por la libertad, dio pie a otro momento culminante de la lucha por los derechos civiles ocurrió en marzo de 1965 en el que se ve como MLK combina el genio político con la llamada profética. Las cargas policiales a los pacíficos manifestantes dieron la vuelta al mundo y aquel 7 de marzo fue bautizado como “domingo sangriento”. Dos días después se repitió la marcha con MLK al frente (como profeta)  pero se retiraron porque King había negociado las condiciones para que no hubiera altercados (como político). Finalmente, el 21 de marzo, con la protección de 2.000 soldados de la armada y 1.900 agentes de la Guardia Nacional de Alabama marcharon a ser recibidos por el gobernador.
La lucha de Martin Luther King tuvo un final trágico: el 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis. En su funeral, a petición de su viuda se escuchó el último sermón que pronunció y en el que él pedía no ser recordado por sus “honores” sino porque intentó poner en práctica el capítulo 25 del evangelio de Mateo.
Elementos esenciales de su pensamiento:
La imagen de Dios como fuente de dignidad.
King pertenecía a una "tradición disidente" de defensores de la justicia social y activistas de la resistencia civil. Era el nieto de un esclavo afroamericano, y creció en medio de rígidas formas de discriminación. Como pastor se entendía como un hombre de Dios con autoridad para ejercer presión política para reivindicar el trato con dignidad para los hijos de Dios.
King hizo una síntesis personal de la filosofía y psicología personalista que estudió en Boston, el concepto de Hegel del conflicto histórico y  el valor moral inherente de las personas de Kant con su convicción profunda de que los seres humanos por haber sido creados a la "imagen de Dios" tienen una dignidad sagrada. A esta síntesis, King añadió los principios de los principios de la “filosofía” de la no-violencia de Gandhi, el concepto del amor-justicia que restaura de Tillich y lo vehiculó con la tradición de la “iglesia negra”.
King exigiría a los afroamericanos que vivieran de acuerdo a esta dignidad porque en ello estaba su propia auto-liberación y desde este convencimiento fue capaz de aglutinar el apoyo de la iglesia negra en sus campañas por los derechos civiles. Fruto de la influencia de Gandhi en King y de que su sueño era la “comunidad de amor” entre todos los seres humanos, King no buscó nunca la humillación o la derrota del “opresor blanco” sino su conversión. Fue no violento, porque entendía que cualquier forma de agresión al opresor agrede también la imagen de Dios en él. Y buscó la conversión del opresor porque al negar éste la dignidad y la personalidad del oprimido, King creía que se dañaba la imagen de Dios de ambos. El hombre blanco, decía King, necesita que el hombre negro le ame para liberarse, para salvarse.
 MLK
El Mahatma Gandhi y MLK
 * Una divina inadaptación.
King desarrolló su actividad en defensa de los derechos civiles como un ejercicio de denuncia profética movido y guiado por la compasión cristiana. Lo que el denominó “el extremismo del amor” que exigía que los medios fueran no violentos. Si el fin había de ser la comunidad del amor, el amor debía ser el camino. Se refería con frecuencia al término “maladjusted”, inadaptado (que parece que toma de la psicología) para expresar que los cristianos no pueden aceptar situaciones de injustica tales como: la "ley de la calle", los "males de la segregación”, “los efectos de la discriminación”, las consecuencias “de la injusta del sistema económico” o "la locura del militarismo". Su compromiso con la justicia social le granjeó la resistencia de personas e instituciones que se beneficiaban del statu quo (iglesia blanca incluida) y se granjeó adjetivos como "demagogo”, “extremista” y “agitador”. En un gesto simbólico que tuvo gran repercusión mediática y política, King provocó su arresto el Viernes Santo y pasó 24 horas en régimen de aislamiento (1963). En esta cárcel escribió su famosa "Carta desde la cárcel de Birmingham" que es una declaración de principios y que fue ampliamente publicada y difundida por los medios de comunicación. En ella MLK responde a la crítica de otros ministros de la iglesia blanca y explica que en el momento de opresión y desigualdad racial que viven los afroamericanos, como ministro, se siente orgulloso de ser "un mal entendido", “un inadaptado” y, por lo tanto, desestimó como "agitadores peligrosos y agitadores", porque el propio Jesús lo fue en su momento. En palabras que aún hoy resuenan, King expresó su decepción con la iglesia blanca, porque ella se mantuvo como espectador neutral en la "lucha para librar a nuestra nación de la injusticia racial y económica". Y decía que se preguntaba frente a los templos “¿a qué dios adoran ahí?”
Algunas palabras de King encuentran eco en recientes intervenciones del papa Francisco, como cuando MLK señala el contraste entre una Iglesia que se cree fuerte porque está amparada por privilegios pero que es evangélicamente débil porque solo se preocupa por mantener su propia situación, y una iglesia pobre pero fuerte proféticamente y rica en evangelio porque ha vuelto a sus orígenes.

José María Segura, SJ
Extraído de entreParéntesis-dialogar en las fronteras

TE DOY MI PALABRA

miércoles, 14 de enero de 2015

Los indecisos - Acertar o equivocarse

«Recuerda los mandamientos y no te enojes con tu prójimo, la alianza del Señor, y perdona el error» (Eclo 28, 7) 
De todo ocurrirá en la vida. Meterás la pata, una y mil veces. Dirás lo que no quieres, harás lo que no esperabas, elegirás mal y tendrás que desandar el camino andado, o seguir adelante, si no hay marcha atrás, enderezando el rumbo. O, por el contrario, elegirás bien y podrás darte un respiro o congratularte por el acierto. Pero, al menos, estarás viviendo.Acierta y equivócate, pero vive. Bien o mal, pero elige. Rectifica, que es de sabios, cuando lo necesites. Y agradece, que es de bien nacidos, las buenas jugadas de la vida.
 
¿Cuáles han sido los grandes aciertos y las grandes equivocaciones en tu historia?
 
Extraído de pastoralsj.org