sábado, 17 de enero de 2015

Comentario homilético. 2º Domingo. Tiempo Ordinario-Ciclo B


Hay que enmarcar, en primer lugar este relato joánico en su contexto:
Históricamente Jesús se ha hecho bautizar por Juan y se ha enrolado en su movimiento. Cuando toman preso a Juan, Jesús comienza su predicación y busca compañeros.
De telón de fondo se presenta a Juan Bautista como el "precursor" de Jesús, por eso le señala con una frase litúrgica y bíblica: "Cordero de Dios". Así lo piensa la primitiva comunidad joánica.
El evangelista Juan quiere escenificar cómo se inició el pequeño grupo de seguidores de Jesús poniendo el acento en cómo fue su experiencia personal de encuentro con Jesús.

Para nuestra consideración analizando el texto señalamos:
1º punto: La fe es búsqueda, es camino existencial de vida.
2º punto: La fe se interroga y pregunta acerca del sentido profundo de la vida.
3º punto: La fe supone apertura a la novedad de Dios.
4º punto: La fe conlleva encontrarse. Salir hacia el otro. Estar juntos.
5º punto: La fe, una relación de amistad, de comunicación de Dios que conlleva liberación y salvación.
6º punto: Una fe que lleva a comunicar la buena noticia a los demás, no se la queda uno para sí solo.
7º punto: Jesús nos llama en la historia personal. Hacer memoria de la experiencia histórica personal de encuentro. Y consecuentemente se sigue un cambio de vida.

Por, ello, en este encuentro personal, que es la fe, preguntamos a Jesús:
¿Cuál es el secreto de tu vida? ¿Qué es vivir para ti?
Y a su vez nos preguntamos:
¿Queremos orientar vuestra vida en la dirección que lleva Jesús?
Jesús nos puede responder:
Tened vosotros mismos la experiencia. No busquéis fuera. Venid a vivir conmigo.