miércoles, 13 de mayo de 2015

Cuatro propuestas para ser "sal de la tierra" (III)


Tercera propuesta : Trabajar por la paz


« Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios » (Mateo 5, 9)
La paz es más que la ausencia de conflicto. Es la felicidad; le da a cada uno el lugar que le corresponde; es la plenitud de la vida. Cuando acogemos la paz de Dios en nosotros, se extiende a los que nos rodean y a todas las criaturas.

El deseo de paz hace que nuestro corazón sea más comprensivo y lo llena de compasión por los demás. Se expresa en una actitud de hospitalidad y amabilidad en nuestras familias, en nuestros barrios, en nuestras actividades diarias.

La paz es también la causa de la justicia a un nivel más global. En las sociedades donde el lujo y la pobreza conviven, ¿deberíamos sorprendernos de que surjan diferentes formas de violencia? Compartir la riqueza alivia tensiones y es una importante contribución al bien común.

Algunas personas se comprometen a promover la paz aceptando responsabilidades en la vida pública de su país - en una asociación, en sus negocios, sirviendo a personas con necesidades especiales.

  • ¿Podemos ir hacia alguien para quien no hay paz ? ¿Cómo podemos estar particularmente atentos a los migrantes ? ¿Podemos discernir las situaciones de injusticia y dar protección a las personas vulnerables? ¿Podemos identificar las formas modernas de esclavitud? ¿Podemos unirnos a otros para orar por la paz, por ejemplo permaneciendo en silencio todos los domingos por la noche durante media hora?
Extraído de www.taize.fr/es