jueves, 16 de marzo de 2017

Partículas de formación... El Vía Crucis

Cercano al Vía Crucis parroquial que será, D.m. el viernes 24 de marzo a las 20:00 hs, me gustaría que recordáramos un poco esta práctica de piedad. Es una expresión latina que significa "camino de la Cruz", es decir, el que recorrió Cristo durante su Pasión, desde el Pretorio de Pilatos hasta el Calvario. Dicha expresión se utiliza también de modo habitual para designar una forma de oración acompañada de meditación sobre los acontecimientos ocurridos en ese camino de Cristo, al que se añaden el hecho de su muerte en la cruz, el descendimiento de la misma y su sepultura. Junto a diversas oraciones, en general de penitencia y arrepentimiento, se van intercalando catorce meditaciones, que se llaman «estaciones», porque los que hacen este ejercicio de piedad se «estacionan» o detienen unos momentos para meditar en cada uno de los siguientes acontecimientos o escenas:
Los precedentes del Vía Crucis datan de los primeros siglos del cristianismo, de la piadosa compasión con que los cristianos primitivos veneraban los pasos de la Vía Dolorosa. La española Silvia Eteria, peregrinó a Tierra Santa en el siglo IV. Y en su Peregrinatio describe el ejercicio piadoso de los cristianos de Jerusalén, recorriendo durante la Semana Santa el camino del Calvario.
La mayoría de estas «estaciones» han sido tomadas del Evangelio, otras las ha deducido o añadido la tradición piadosa del pueblo cristiano con una sana lógica.
En cuanto a los orígenes de este ejercicio piadoso, es cierto que los cristianos de las primeras centurias veneraron los lugares relacionados con la vida y muerte de Cristo. Esto se facilitó a partir de la paz otorgada a la Iglesia por Constantino, con lo que se multiplicaron las peregrinaciones a los Santos Lugares, y de las que se conservan descripciones desde el s. IV. La célebre peregrina Eteria, por ejemplo, da una relación de los actos que se celebraban en Jerusalén en la Semana Santa en los distintos lugares relacionados con la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. A todo esto, hay que añadir la importancia de Santa Elena, madre del Emperador Constantino, que peregrinó a los Santos Lugares y, después de orar en la Vía Dolorosa, encontró la Cruz del Señor gracias a los Milagros que ya se hacía por esta magna reliquia. De aquí la adoración a los Lignum Crucis (Leño de la Cruz) que están por todo el mundo, y que pertenecen a la Cruz del Señor.
Con motivo de las Cruzadas se manifestó aún más la devoción hacia los lugares en que se había realizado algún episodio de la Pasión de Cristo. No se contentaron los cruzados con haber venerado esos mismos lugares, sino que trajeron a sus respectivos países la idea de realizar algo parecido a lo que habían visto y obrado en Jerusalén. De ahí que se erigiesen en muchas partes «Calvarios», luego «Vía Crucis», con los que los fieles manifestaban su fervor, agradecimiento y amor a la Pasión de Cristo, oraban y meditaban en ella, etc. En Jerez de la Frontera, se comenzaba en la Alameda Cristina y llegaba hasta la Capilla del Calvario, subiendo por la Calle La Sangre. De hecho, aún se conserva el primer monolito del Vía Crucis en la esquina entre la Alameda Cristina y la Calle Porvera.
Es necesario meditar y conocer bien la vida y persona de Cristo, también su Pasión y Muerte, para facilitar la identificación con Él a que está llamado todo hombre. El motivo de sus dolores es el de siempre: el pecado. Estamos llamados a seguir los pasos de Cristo en su Pasión con nuestra cruz cada día.

Antonio Luis Sánchez Álvarez,
párroco.

2 comentarios:

  1. Muy interesante. El vía Crucis qué es en la parroquia o en la calle?

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  2. D.m. será por las calles, llegando hasta San Miguel, aunque si llueve tendremos que hacerlo en el interior de la Parroquia. Un saludo!

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