Hay algo de magia en esto de las vacaciones. Es una palabra agradecida y esperada. Y es que, en este tiempo estival, pese a los calores, rompemos la rutina. Hacemos un paréntesis en las tareas que nos ocupan todos los días y, aunque surgen otros conflictos, los abordamos con un talante más relajado.
Sí, el cambio de actividad, de rutinas, de ritmos... nos brinda una oportunidad grande para, entre otras cosas...Dedicarnos un tiempo para nosotros, necesitamos tiempo para ver cómo llevamos la vida y las vacaciones son un tiempo propicio para ello.
Dedicar tiempo a la familia, se merecen atenciones especiales y sin duda, las vacaciones nos regalan ese tiempo y espacio; sin olvidarnos de los amigos, también éste es un tiempo propicio para ponernos al día con ellos.
Por ello las publicaciones en este blog van a ser más esporádicas, hasta finales de agosto que retomaremos nuestro ritmo diario.
Pidamos al Señor que nos ayude, en nuestras vacaciones, a dejarnos cautivar por las cosas importantes. Que nos siga acompañando como compañero, amigo, guía.. en este tiempo de reposo.
Y recuerda...
