Nos encontramos este domingo con un evangelio que en una primera lectura nos puede parecer “incendiario”, que puede causar incluso división o ruptura. Pero nada más lejos de la llamada de Lucas desde el principio de su Buena Noticia, que desea “la paz a todos los hombres que ama el Señor”.
Pero sí que se nos invita al dinamismo, a no quedarnos cruzados de brazos, a que el mensaje de Jesús, verdadero “tesoro”, sea el que mueva y oriente nuestra existencia. Eso sí que puede llevarnos al conflicto, al contraste e incluso a la oposición. Es consecuencia de nuestra adhesión a Jesús.
Pidamos la fuerza del Espíritu Santo para vivir según el Evangelio, construyendo un mundo más justo y solidario. En ese empeño seguro que encontraremos la complicidad de los sencillos y el muro de los que se dejan llevar por los intereses y el poder.
Fernando Cordero ss.cc.
