Este fin de semana, los chicos y chicas que van a recibir próximamente su Primera Comunión tuvieron la oportunidad de recibir de nuevo el
sacramento de la Reconciliación. Comenzó
con un acto de contricción por amor a Dios y la tristeza de haberlo
ofendido en los demás, así como el propósito de no volver a pecar.
Este sacramento no sólo
les ha servido para experimentar la misericordia de Dios,
sino que también les infunde en el alma la gracia divina de la santificación, en palabras de
nuestro párroco “huelen a santos”.
Todos terminaron muy contentos, sintiendo la alegría
de ver lo bueno que es nuestro Padre, y lo mucho que nos quiere.
Finalizamos la mañana
dando gracias a Dios en la posterior celebración de la Eucaristía donde se les
entregó la cruz que llevarán el día de su Primera Comunión.