Desde que llegué a la Parroquia he estado echando el ojo a algunos para que me ayudasen en Misa. De los que han recibido la acogida en el día de hoy, hay uno que… costó mucho convencerlo. Lo demás, como cabía esperar, ha venido de seguido.
Yo me siento muy identificado con ellos porque también, cuando iba a Misa con mi grupo de catequesis, comencé ayudando de monaguillo. He aprendido mucho, y ahora, trabajo de un modo especial por ellos. A nosotros nos ayudan, ellos disfrutan, y lo pasamos genial. Siempre se cumple el dicho “si quieres tener un hijo pillo, mételo a monaguillo”, porque los nuestros… ¡geniales!
Hoy han estrenado el alba que le han confeccionado sus familiares. Desde el comienzo pedían revestirse con el alba. Además, se han presentado y pedido ser admitido como monaguillos. Y tras un breve cuestionario de compromiso, se han puesto su alba y han recibido la bendición, para un muy buen ejercicio de este pequeño, pero importantísimo, ministerio. Tras la Eucaristía, estaban tan a gusto, que no se la quitaron ¡hasta pasado un buen rato!El hecho de estar tan vinculados al Seminario Mayor y Menor de nuestra diócesis, nos da la posibilidad de contar con la presencia de varios seminaristas, que ayudan, organizan, y animan a estos niños en su servicio.
MUCHÍSIMAS GRACIAS por el SERVICIO que prestáis. Disfrutáis vosotros, y disfrutamos todos. El hecho de ser monaguillo ha de dar sus frutos también en casa, y en el cole. Dios os ayude en esta misión, para hacer de vosotros fieles seguidores Suyo.
Antonio Luis Sánchez Álvarez
Párroco de Madre de Dios.
