domingo, 24 de enero de 2016

La Paz del pescador

Un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a su barca contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa después de haber vendido el pescado.

- ¿Por qué no has salido a pescar? - le preguntó el hombre emprendedor.

- Porque ya he pescado bastante por hoy - respondió el apacible pescador.

- ¿Por qué no pescas más de lo que necesitas? - insistió el industrial.

- ¿Y qué iba a hacer con ello? - preguntó a su vez al pescador.

- Ganarías más dinero -fue la respuesta- y podrías poner un motor nuevo y más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nailon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas... Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.

- ¿Y qué haría entonces? - preguntó el nuevo pescador.

- Podrías sentarte y disfrutar de la vida - respondió el hombre emprendedor.

- ¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? - Respondió sonriendo el apacible pescador.

Extraído de "Parábolas en son de Paz" .
Herminio Otero (Ed. CCS)