lunes, 9 de marzo de 2015

Gracias

El sábado 7 de marzo fue un día de oración en nuestra parroquia. Tuvimos un retiro cuaresmal en el que participamos toda la comunidad parroquial y como meditación y oración final, tuvimos la inmensa suerte de contar con el testimonio de vida del grupo musical IXCÍS. Sus voces se transformaron en profetas que nos trasladaron la Palabra y el Amor de Dios.


Como dijo nuestro querido párroco Marcelino, IXCÍS practicó meloterapia (que textualmente significa: curación a través de la música). Dios se adueñó de sus cuatro voces para transmitirnos su Salud, su Salvación, para recordarnos que nos ama profundamente y que Su Ternura corretea y se cuela en cada rincón, Su bondad tatúa nuestra imagen en cada palma de Sus manos, Su ternura corretea y nos habita sin descansar y rehace cada ruina,  suavemente nos susurra NO, NO nos puede olvidar (letra adaptada de una de sus canciones).

La noche se transformó en oración, comunidad orante a través de la música, degustando y experimentando las maravillas del Amor de Dios (“Tú vales mucho más que todo el oro, Tú eres el aire que respiro, mi razón, lo primero, lo mejor que me ha pasado, mi Señor”), sintiendo en cada estrofa el apoyo y el amor de los hermanos que formamos esta parroquia. Cuaresma es tiempo de reflexión, meditación y cambio. Este comparcierto-oración, fue una oportunidad maravillosa para poner en práctica todo esto.

Gracias a Fermín, Susana, Olivia, y cómo no, a nuestro querido hermano Alfonso (miembro de nuestro coro parroquial) por haber sido profetas del Amor de Dios en nuestras vidas y por habernos dado la oportunidad de orar con vosotros compartiendo y cantando vuestras canciones. Gracias por el esfuerzo que habéis hecho al venir desde distintos puntos de nuestra geografía andaluza. Gracias a nuestro Dios por habernos regalado este momento de unión con él a través de sus maravillosas voces. Gracias a nuestro párroco Marcelino por estar siempre dispuesto a facilitar el crecimiento espiritual de nuestra comunidad. Y gracias a esta maravillosa comunidad parroquial de Madre de Dios en la que me siento acogida, apoyada, corregida, impulsada, y amada.

Mª del Carmen Casas