lunes, 24 de noviembre de 2014

Vocación

No se pueden luchar todas las causas, pelear infinitas batallas, enarbolar todas las banderas. Porque si se hace, uno termina siendo un gacetillero de desgracias y poco más. Hay que apostar por algo. Comprometerse con una causa. Y en ella empeñar los sueños, las capacidades, la ilusión y las ganas. Por ella dejarse la piel y la entraña. En ella reír de júbilo con cada pequeña conquista. Luchar a brazo partido para que esa causa tenga un horizonte. Hay muchas causas posibles, muchas historias esperando una mano tendida. Y cada uno somos llamados a encontrar nuestro camino.

Extraído de pastoralsj.org