La primera dice:
“La
persona que llega es la persona correcta”, es decir que nadie llega a
nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que
interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y
avanzar en cada situación.
La segunda ley dice:
“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”.
Nada, pero nada, absolutamente nada de
lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera.
Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: “si hubiera
hecho tal cosa…hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo
único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que
aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las
situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque
nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
La tercera dice:
“En cualquier momento que comience es el momento correcto”.
Todo comienza en el momento indicado,
ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo
empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
Y la cuarta y última:
“Cuando algo termina, termina”.
Simplemente así. Si algo terminó en
nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor
dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
Creo que no es casual que estén leyendo
esto. Si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque estamos
preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el
lugar equivocado!