Este Domingo hemos celebrado la Ascensión, con esta fiesta de la Ascensión de Jesús, llega nuestro turno, el turno
de todos sus amigos y amigas para ir anunciando por todo el mundo su Palabra,
atravesada de tanto Amor. Dios tiene Corazón. Un Corazón enorme que
quiere ser conocido y amado. Por eso en esta Jornada Mundial de las
Comunicaciones sociales pedimos por todos los que se dedican al anuncio
del Evangelio y por todos los comunicadores, periodistas, delegados de
medios, catequistas, anunciadores de la Palabra. Por toda la gente que
hace de su vida un testimonio sencillo y eficaz de cuánto nos quiere el
Señor. Es tiempo de anunciar impulsados por Jesús Resucitado y por su
Espíritu. El mundo está necesitado de esta noticia de vida y de
transformación.
La Ascensión es una fiesta que nos impulsa, un trampolín para que no
tengamos miedo y transmitamos en nuestras vasijas de barro lo que
gratis hemos recibido.