Jn 20,19-31
El Resucitado nos trae las marcas de la Paz. El dolor de los clavos se ha convertido en don de Paz, porque el perdón termina siempre por dar sus frutos.
Jesús Resucitado nos muestra las pruebas de la Vida que vence la oscuridad y la muerte. Sus manos son manos de la Paz. En el lugar de los clavos, la Paz y el Amor.
¿Somos también nosotros capaces de transformar nuestras manos, nuestro corazón, nuestra mente en instrumentos de Paz? Si llevamos la Paz, llevamos la Resurrección del Señor.
Las manos del Resucitado son también muestra del Amor de Dios para quienes no creen, como Tomás, Jesús le muestra sus manos para que vea el Amor hecho verdad y así se incorpora nuevamente a la fraternidad.
Con la alegría que brota de la fe, transmitamos que hemos experimentado el encuentro con Jesús Resucitado. Movidos por el viento del Espíritu, recibimos una energía eólica que renovará la faz de la tierra.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero
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