Jn 10, 11-18
El Buen Pastor da la vida por sus ovejas, por todas y cada una. El Buen Pastor es Cristo Resucitado. El Buen Pastor es el que nos “desenreda” de perder el centro, el sentido, el rumbo de nuestra existencia. El que realmente hace entrañable nuestro mundo, con forma de oveja, de ternura y corazón.
Al Buen Pastor le duelen sus ovejas, porque ha dado la vida por ellas. De ahí que no podamos quedarnos igual ante esta cultura del “descarte”, de números vacíos cuando no sentimos el dolor que sufren nuestros hermanos por todo el mundo.
¡Desenrédanos, Señor Jesús, Buen Pastor, del egoísmo y la pasividad, de no implicarnos en una fraternidad universal, según tu Corazón!
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
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