Mc 1, 7-11
En la fiesta del Bautismo del Señor se nos invita a entrar en la dinámica de la limpieza, del “lavado” para así obtener la fragancia única del Espíritu de Dios.
Nos viene bien sumergirnos en el agua que es la que regenera y nos da la vida. Vida para compartir en este inicio de año. Vida para esparcir y regar. Vida que se hace canto y que necesita de gente buena, como Juan el Bautista.
Así que amigos, un buen baño y luego a “perfumarse”, para sentir que Dios nos llama “hijos amados”, expresión de un amor sin condiciones. En cada bautismo se abre el cielo y suenan estas palabras.
¡Muchas felicidades!
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
http://blogs.21rs.es/