viernes, 24 de noviembre de 2017

Bendita vida activa


TESTIMONIO DE UN SANTO DE NUESTRO TIEMPO Y DE UNA GRAN VIDA ACTIVA

   Usted me pregunta cómo se equilibra mi vida. Yo también me lo pregunto. Estoy cada día más comido por el trabajo: correspondencia, teléfono, artículos, visitas. Soy, con frecuencia, como una roca golpeada por todos lados por las olas que suben. No queda más escapada que por arriba. Durante una hora, durante un día, dejo que las olas azoten la roca; no miro el horizonte, sólo miro hacia arriba, hacia Dios. ¡Oh bendita vida activa, toda consagrada a Dios, toda entregada a los hombres, y cuyo exceso mismo me conduce para encontrarme y dirigirme hacia Dios! Él es la sola salida posible en mis preocupaciones, mi único refugio.
   En Dios me siento lleno de una esperanza casi infinita. Mis preocupaciones se disipan. Se las abandono. Yo me abandono todo entero entre sus manos. Soy yo de él, y él tiene cuidado de todo y de mí mismo. Mi alma, por fin, reaparece tranquila, serena. Las inquietudes de ayer, las mil preocupaciones porque venga a nosotros tu reino, y aun el gran tormento de hace pocos momentos ante el temor del triunfo de sus enemigos, todo deja sitio a la tranquilidad de Dios, poseído inefablemente en lo más espiritual de mi alma. Dios, la roca inmóvil contra la cual se rompen en vano todas las olas. Dios, el perfecto resplandor que ninguna mancha empaña. Dios, el triunfador definitivo, está en mí. Yo lo alcanzo en plenitud al término de mi amor. Toda mi alma está en él, durante un minuto, como arrebata en él. Estoy bañado de su luz. Me penetra con su fuerza. Me ama. Yo no sería nada sin él. Simplemente yo no sería.

San Alberto Hurtado
Jesuita chileno fundador del Hogar de Cristo.
Gran apóstol de la juventud y de los pobres.
En su país es patrono de los trabajadores (1902-1952)

Recuerda que hoy como todos los viernes tendremos Adoración al Santísimo Sacramento del Altar a las 19.00hs.


No hay comentarios:

Publicar un comentario