domingo, 5 de febrero de 2017

Sal a ser sal

No seamos sosos. Jesús nos invita en el Evangelio a salir: de nuestra comodidad, de nuestras seguridades, de nuestra zona de confort… Salir para ser sal. “Sal a ser sal” es la llamada de este próximo domingo. Iglesia misionera que carga en su mochila con muy pocas cosas: Evangelio y eucaristía. Iglesia misionera que sale de sus fronteras, quizá porque no divisa ningún límite según el sueño de Dios.
Hay mucho que salar. El Evangelio tiene una novedad increíble y aplicable. No podemos quedarnos con nuestro pobres granos de sal. Hemos de compartirlos y que alegren los “platos” de aquellos que viven más desesperanzados. Seamos sal. “Sal a ser sal”. Y luz.