sábado, 15 de octubre de 2016

Comentario Evangelio del domingo 16 de octubre (XXIX Tiempo Ordinario, ciclo C) - Lc. 18, 1-8

Nos nos podemos desanimar en la oración, en nuestras metas, en cualquier asunto por el que atravesemos en la vida. Por muy malas que vengan es tiempo de pedir, como la viuda del Evangelio, que estaba hasta en la sopa del juez injusto. Logró su propósito por la insistencia.
Pidamos insistentemente, sin cansarnos. Dios que es Padre bueno nos escucha y no pone en la sintonía de su Corazón. Pedir, orar, rezar requiere tiempo, dedicación y tener tanto arte como la viuda.
La tenacidad logra en muchos casos los propósitos. No está mal ser “pesados” en la oración. Quizá seamos nosotros los primeros destinatarios de la acción de Dios y se transformen nuestros corazones.
¡Recordemos el ejemplo de la viuda durante la semana!
Fernando Cordero ss.cc.