El
pasado sábado 9 de abril vivimos un día emocionante y cargado de alegría.
Asistimos a la ordenación de Olivier, Juan Antonio y Juan como diáconos y la de
Iván como Presbítero.
Nuestra Iglesia diocesana respiraba fiesta y también nuestra
parroquia, lugar en el que desarrollan los nuevos diáconos su labor pastoral.
Fue
una ceremonia preciosa, cargada de simbología y muy vivida desde la fe por
todos los que nos dimos cita en una Catedral llena a rebosar de gente que no
queríamos perdernos tan gran acontecimiento. Con todos ellos, vivimos
intensamente estos momentos, disfrutando junto con sus familiares y amigos.
Damos
las gracias al Señor por haberlos elegido para una misión tan importante y por
haberlos puesto en nuestro camino ayudándonos a vivir nuestra fe en Él. Pedimos
al Señor que les acompañe en todo momento y les ayude a perseverar en este
camino de entrega a Él y a todos los hermanos en la Iglesia.