Resurrección,
paso de la muerte a la vida,
proceso lento que requiere de tiempo
donde se vaya amasando la vida,
donde la luz vaya haciendo camino a partir de un minúsculo rayo
donde la ilusión vaya recobrando su sitio,
donde se comience un camino compartido,
donde se encuentren fuerzas en la debilidad.
Resurrección,
paso de la muerte a la vida,
donde a veces la vida no puede ser más
que estar al lado,
que seguir acompañando las cruces de cada día,
que mantenerse en los momentos de impotencia,
que tener deseos de superación.
Resurrección,
paso de la muerte a la vida,
tiempo de reconocer las cadenas y retirarlas,
tiempo de fiarse de quien está al lado,
tiempo de disfrutar y agradecer
porque se mira y se siente diferente el acontecer cotidiano.
Resurrección,
signos pequeños,
desde siempre presentes,
que necesitan un paso atrás para que se manifiesten,
signos que se hacen nuevos
porque lo que ha cambiado no es otra cosa que nuestra mirada,
nuestro corazón vaciado, desarmado, abierto y necesitado.
Resurrección,
proceso de cada día, de cada persona, de cada acontecimiento.
Dios presente en la Historia
que nos invita a cada persona
a estar donde parece que vence la muerte
para luchar contra ella
y sea la luz la que alumbre.
Vivir resucitad@ es vivir comprometid@
Ana Zubiri Fi
Extraído de vivirFi
