Una vez más, la magia de estos días volvió a hacerse presente
en nuestra parroquia.
Con una visita que despertó la ilusión en nuestros
pequeños, que llegaban carta en mano, esperando al Cartero Real y se acercaban
a él, entre nervios, alegría e incluso, algunos, un poco asustadillos.
¿Y qué decir de los mayores? No podemos negar que hemos disfrutado tanto como nuestros niños, aprovechando la oportunidad de poder pedir a sus Majestades los deseos que todos llevamos en el corazón.
Gracias a todos aquellos que habéis puesto ilusión y la habéis
compartido!!!