martes, 4 de agosto de 2015

Mira de nuevo a la vida y refleja luz


Un día le preguntaron a un profesor: ¿cuál es el sentido de la vida?

Y éste sacando del bolsillo un trozo de espejo dijo a sus alumnos.

Cuando yo era pequeño me encontré un espejo roto y me quedé con este trozo y empecé a jugar con él. Era maravilloso, podía iluminar agujeros profundos y hendiduras oscuras. Podía reflejar la luz en esos lugares inaccesibles y esto se convirtió para mí en un juego fascinante.

Cuando ya me hice hombre comprendí que no era un juego de infancia sino un símbolo de lo que yo podía hacer con mi vida. Comprendí que yo no soy la luz ni la fuente de la luz. Pero supe que la luz existe y ésta sólo brillará en la oscuridad si yo la reflejo.

Soy un trozo de espejo y aunque no poseo el espejo entero, con el trocito que tengo puedo reflejar luz en los corazones de los hombres y cambiar algunas cosas en sus vidas. Ese soy yo. Ese es el significado de mi vida.




¿Cuáles son tus miradas? ¿Crees que están bien dirigidas?
¿Hacia dónde crees que miran los demás? ¿Y tú?
¿Hay cariño y amor en las miradas de los demás?
¿Cómo crees que te mira Dios? ¿Miras hacia Dios?


Extraído gps ignaciano