sábado, 1 de agosto de 2015

Comentarios Evangelio Domingo 2 de agosto (XVIII del Tiempo Ordinario, Ciclo B)

Continuamos la lectura del evangelio de Juan con la temática eucarística, un tratado teológico, que se ha llamado “el discurso del pan de vida”.
Es una reflexión teológica del evangelista en torno al significado de la eucaristía como alimento espiritual de la fe en Jesucristo por parte de la comunidad.
Este pasaje deja traslucir y refleja una circunstancia histórica de la vida de Jesús: que tuvo fama de taumaturgo y que le seguían multitudes, sobre todo en algunos momentos.
Pero además el texto refleja la polémica que suscitó Jesús en sus contemporáneos y en las personas religiosas y cumplidoras de la ley y la crítica fina puesta en boca del propio Jesús que puede reflejar la distancia entre la comunidad judeo-cristiana y los judíos que rechazan a Jesús.
Otro aspecto es el argumento en la polémica que se trae a colación con a referencia al Antiguo Testamento, la figura de Moisés y el maná.
Ciertamente es una elaboración teológica en la disputa entre la comunidad judeo-cristiana y los fariseos.
Esta alusión a Moisés y al maná es un recurso fundamental para apología de la fe de la comunidad. Jesús es el nuevo Moisés y la eucaristía es el nuevo maná. Es una reflexión teológica articulada en un diálogo muy elaborado un tanto artificial entre Jesús y los judíos.

Y podemos considerar los siguientes puntos:

1º punto: La fe comienza con la apertura a la realidad. Con una búsqueda.
2º punto: El encuentro con Jesús ilumina el corazón.
3ºpunto: Jesús se nos da como alimento en la eucaristía.
4º punto: Nos unimos a él y  los hermanos por la comunión.
5º punto: La vida humana adquiere sentido y se plenifica.
6º punto: contemplamos la realidad de un modo nuevo: desde la conciencia transpersonal.

Marcelino Sánchez, sj