sábado, 18 de julio de 2015

Comentario Evangelio del domingo 19 de julio (16º tiempo ordinario, ciclo B)

Seguimos leyendo el relato de Marcos después del envío de los discípulos, ahora contemplando a Jesús en su actividad de predicador itinerante del Reino de Dios en un sumario de actividades.

Aparece una dimensión muy humana de Jesús como "pastoralista" diríamos hoy día. Está expresada en dos vertientes: "Ad intra" con los discípulos en una actitud de preocupación por su bienestar y "Ad extra" en una actitud compasiva y misericordiosa con la gente.

La necesidad de descanso es obvia, aparece muy bien en el relato. Pero se podría considerar que hay también en el relato un atisbo de la necesidad de una dinámica grupal entre Jesús y los discípulos. Éstos han regresado de una misión y tienen la necesidad de compartir y encontrase entre todos.

También está la referencia indirecta a la fama de Jesús y a su carisma de atraer a masas de gente.
Por otra parte, la actitud humana de Jesús de preocupación “pastoral” valga la expresión, por la gente que le seguía.

En contraste está la actitud de los pastores de Israel que no están a la altura de la exigencia ética que debieran. 
Por ello, ya de entrada nos preguntamos: ¿los pastoralistas actuales de la Iglesia? ¿a qué nivel estamos? 

Y podemos consideramos los siguientes puntos:

1º punto: La preocupación pastoral no debe llevar a un activismo desenfrenado y a una ansiedad perfeccionista.

2º punto: El descanso además de su necesidad humana fisiológica es necesario para la integración vital y espiritual de las distintas actividades que se llevan entre manos.

3º punto: El descanso también es saber interiorizar la actividad que se desarrolla, por tanto, conlleva el discernimiento de la actitud fundamental de la pastoral: el amor y la entrega por el Reino.

4º punto: La maduración personal espiritual y humana conlleva siempre un discernimiento amoroso interior de la actividad externa que se lleva, esa es la actitud de Jesús. 

5º punto: La conciencia transpersonal va en la línea de la confluencia en unidad personal de ambas dimensiones.

Marcelino Sánchez sj