| «Siempre que me acuerdo de vosotros, doy gracias a mi Dios; y siempre que pido cualquier cosa por todos vosotros, lo hago con gozo, por vuestra participación en el anuncio de la buena noticia, desde el primer día, hasta hoy» (Flp 1, 3-5) |

Enséñame, Señor, a aprender de lo vivido. A que la vida no pase por mí sin dejar huella. A que los nombres vayan quedando asociados a memorias fecundas. Enséñame a aprender de los aciertos y los errores. De lo que en los últimos tiempos me ha ayudado a crecer y lo que me ha impedido avanzar. Enséñame a admitir los fracasos que hayan podido llegar y a celebrar las victorias sin perder la humanidad. Dame, Señor, una memoria capaz de evocar, agradecer y pedir perdón por lo que haya podido ser injusto…
| ¿Cómo definirías el último año de tu vida? ¿Qué ha cambiado? ¿Qué tienes que agradecer? ¿En qué tendrías que rectificar algunas cosas? |
pastoralsj.org