martes, 28 de abril de 2015

La quietud que da vida


Remansar desde la quietud para dar vida. Esa es la función del embalse. Es a lo que hemos sido llamados, generar una riqueza interior, desbordante. Una riqueza que riegue el alma dañada, refresque al hermano y, sobre todo, seque el ansia de divinidad que todos llevamos dentro.


Extraído de pastoralsj.org