Yo creo que el tiempo otorga el espacio necesario, pero somos nosotros
mismos quienes tenemos que ir dando pasos sobre él. Caminar junto al
tiempo. Avanzar y hacerse consciente de su ritmo y su paso. Porque si
no, solo es tiempo pasado, un reloj que avanza, un calendario que se
deshoja.
El tiempo hay que tomarlo y otorgarle su ritmo.
Al tiempo hay que nombrarlo, pausarlo, reconocerlo y reivindicarlo en
nombre de quien lo anda caminando. Porque el tiempo sólo puede ser
tiempo… o puede ser vivir la Vida. En plenitud.
Tiempo para pensar. Para abrir las ventanas. Tiempo para llorar. Tiempo
para reír, reírse de uno mismo. Compartir la risa. Tiempo para compartir
el llanto. Tiempo con los demás, tiempo para uno mismo. Gozar el
tiempo, saborearlo, no querer acelerarlo ni renegar de su paso. Escuchar
el susurro del tiempo.
Permitir que el tiempo de los otros no nos colapse para vivir nuestro
tiempo y a la vez ofrecer nuestro tiempo a quien lo necesita es de
sabios y nobles corazones.
El tiempo todo lo cura si cada minuto de nuestro reloj apunta hacia el perdón y el amor.
Encar_AM