El Domingo pasado empezamos ya nuestras Eucaristías Dominicales
mañaneras, comenzamos así un nuevo curso, una nueva oportunidad para
crecer como personas y como comunidad y lo hacemos con la alegría y la
esperanza que nos da la vivencia compartida y la transmisión de la fe.
Os damos la bienvenida y os brindamos un
espacio donde podremos: escucharnos, respetarnos, elegir, decidir,
preguntar, compartir, construir. Por eso deseamos que la palabra
bienvenida, no sea solo la palabra del inicio de un nuevo curso, sino que sea la
bienvenida de todos los días del año, a crecer juntos y a compartir.