El
adviento que comenzamos es tiempo de disponerse a algo grande, es
tiempo de disponernos a un encuentro, algo que no por sabido deja de
ser nuevo. Un encuentro con un Dios al que, una vez más, admiramos
como ser humano. Un encuentro con una lógica (la de la encarnación,
un Dios capaz de hacerse humano con todas sus consecuencias), que nos
desborda.
¿Cómo
prepararse? Desde la gratitud por lo que uno tiene. Desde la escucha
de esas promesas de un Dios que te dice: «vengo a tu mundo, a tu
vida, a tu historia, para estar presente ahí. Vengo a ti.»
Para
reflexionar sobre este tiempo tenemos la oportunidad de compartir
con la comunidad de la Parroquia de San Francisco, del
Puerto de Santa María, la mañana de este
sábado 1 de Diciembre.
Será
muy enriquecedor, no faltes, te esperamos!!.