lunes, 26 de marzo de 2012

Día Mundial de CVX


El 25 de marzo, día en que la Iglesia celebra la fiesta solemne de la Anunciación del Señor (aunque este año por la coincidencia litúrgica con el V Domingo de Cuaresma ha sido traslada a hoy 26), la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) conmemora su día mundial.
La coincidencia de esta celebración con la fiesta de la Anunciación (o Encarnación), no es una casualidad, sino que tiene un profundo sentido teológico e ignaciano. La Iglesia conmemora el Misterio por el que Dios decide entrar definitivamente en la Historia de la humanidad para entregarse totalmente y así abrirle a toda la creación el camino hacia la felicidad plena.
San Ignacio de Loyola, al comienzo de los Ejercicios, nos propone contemplar este misterio de la Encarnación, acto grandioso del amor de Dios que se materializa, se hace carne, en el seno de una sencilla mujer de Nazaret. Nuestros Principios Generales comienzan también recogiendo esta preciosa imagen, y es a partir de ella cuando enmarca la llamada que recibimos del Señor a “entregarnos continuamente a Dios y a trabajar por la unión de la familia humana”.
Esta conmemoración anima a las Comunidades Locales y a sus miembros para rezar juntos, de modo que la unidad que deseamos tener como miembros de un único cuerpo apostólico se vea fortalecida también por la plegaria común.
Así ocurrió ayer domingo con la invitación que la Comunidad de Sevilla hizo a la Comunidad de Córdoba y a nuestra Comunidad de Madre de Dios, para encontrarnos con ellos en el Centro Arrupe y compartir la celebración. De Jerez finalmente pudimos acudir y representar a la Comunidad: Inma, Manu, Ana y Jesús.
 
Comenzamos a las 10:30h con una reflexión y un posterior compartir por grupos sobre el documento "Superar fronteras" (publicado por el Servicio Jesuita a Migrantes http://www.sjme.org/) que propone a la sociedad española un cambio sobre la perspectiva con la que se mira a la inmigración.

A las 12:30h celebramos la eucaristía en donde tres miembros de la Comunidad de Sevilla explicitaron su Compromiso en CVX: José Antonio, el Permanente, y Rocío y Maru, el Temporal. Momento de inmensa alegría porque ven que esta vocación les ayuda a acercarse más estrechamente al Señor y a su Iglesia.
Después compartimos la comida con un agradable solecito en los jardines del centro para culminar la mañana festiva.