sábado, 3 de diciembre de 2011

Hoy celebramos San Francisco Javier

San Francisco Javier fue el gran apóstol de los tiempos modernos, como San Pablo lo fue de los antiguos. Misionero de soberana grandeza, nos pasman sus obras portentosas. Fue el gran conquistador de Oriente, que iba abriendo camino a un ejército de misioneros.
Despertó el espíritu misional de la cristiandad. Decía el jesuita Araoz que Javier no hacía menos fruto en España y Portugal con sus cartas, que en las Indias con su predicación. Sus cartas maravillosas se copiaban y enviaban por todas partes. San Ignacio las multiplicaba. Juan II de Portugal, el rey misionero, quería que se leyeran en todos los púlpitos. Suscitaban vocaciones misioneras en todos las universidades. Que el ejemplo de su vida siga suscitándolas.
Nació de noble familia, el año 1506, en Javier (Navarra, España). Estudiando en París donde se unió a San Ignacio. Se ordenó sacerdote en Venecia en 1537 y se dedicó a obras de caridad en varias ciudades de Italia. Fue enviado a Oriente en 1541; durante diez años evangelizó incansablemente la India y el Japón y convirtió muchos a la fe. Estaba ya a punto de entrar en China, cuando murió en 1552. El año 1622 Gregorio XV le puso en el catálogo de los Santos.
Hoy, 3 de diciembre, celebramos san Francisco Javier, jesuita misionero. En él se hace realidad aquella palabra de la Escritura: "a donde yo te envíe irás, y lo que yo te mande, lo dirás. No les tengas miedo; que estoy contigo para librarte, dice el Señor".


"Casi siempre llevo delante de mis ojos y de mi entendimiento lo que muchas veces oí decir a nuestro bienaventurado Padre Ignacio: que los que habían de ser de nuestra Compañía, habían de trabajar mucho por vencerse a sí mismos, y lanzar de sí todos los temores que impiden tener fe, esperanza y confianza en Dios, tomando medios para ellos" (San Francisco Javier)
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