sábado, 3 de septiembre de 2011


El jueves celebramos la Eucaristía de Agustina. Me admiré con la ternura y las ganas de hacerlo bien del coro, de las guitarras, de la flauta, de esos timbales filiales, de la acción de gracias sentida y vivida....silencio y paz......del empeño de Marcelino por tener a Agustina presente en el altar de Dios en un ofrecimiento colectivo, cariñoso y alegre.

De nuevo me vino el recuerdo siempre vivo de mi padre y también un recuerdo infantil, casi olvidado por el paso de los años.... en él hojeaba un cómic, un tebeo (supongo que alguna vida de santo ilustrada, cosas de los hermanos de La Salle) en el que aparecía una imagen del Cielo representado por campos soleados, llenos de flores sobre colinas onduladas y salpicados de árboles, donde los perros estaban atados con longanizas y los niños correteábamos buscando bichitos y mariposas.
Un recuerdo vago y mitificado en el tiempo que, quizás, fue mi primera imagen idealizada del Cielo, el primer rudimento primitivo de la Fe de mis padres.
La celebración por Agustina que está en mi Cielo imaginado y este poema de San Agustín, me han devuelto mi recuerdo, por eso doy gracias a Dios. Gracias por volver al país de nunca jamás.
M.Jesús
"No llores si me amas ...
Si conocieras el don de DIOS y lo que es el cielo ... Si pudieras oir el cántico de los Ángeles ... y verme en medio de ellos...
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso... Si por un instante pudieras contemplar como yo la belleza ante la cual las bellezas palidecen..
¡Cómo!... ¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras y no te resignas verme y amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme. Cuando la muerte venga a romper tus ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban, cuando llegue el día que Dios ha fijado y conoce, y tu alma venga a este Cielo en el que te ha precedido la mía...
Ese día volverás a verme. Sentirás que te sigo amando, que te amé, y encontrarás mi corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis Feliz. Ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo, que te llevaré de la mano por senderos nuevos de luz y de vida.
Enjuaga tu llanto y no llores ... si me AMAS".
San Agustin