lunes, 28 de marzo de 2011

DÍA FANTÁSTICO EL DE AYER EN LA CELEBRACIÓN MUNDIAL DE CVX

Aquí os dejo la crónica que nos hace nuestro hermano Manuel Jesús, del encuentro de ayer con la comunidad de Sevilla y Córdoba, así como documentos gráficos de algunos de los momentos vividos.

"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor".Lucas 4:18-19


Los cuatro magníficos

Esta Iglesia nuestra se alimenta de la simbología, de los signos y de las parábolas. A imitación de Jesús, llevamos a nuestra vida y a la vida pública toda una suerte de símbolos que nos ayudan a expresar y anunciar la Buena Noticia.

Uno de los más socorridos es el término “Camino” del que se derivan varios vocablos que nos facilitan la tarea de hacernos entender y de comunicar nuestra vida y nuestras obras, como caminar, caminante…..
La historia de ese camino, la historia de salvación cristífera que todos guardamos en nuestras vivencias y que todos recorremos a lo largo de nuestra vida en pos de una meta, de una quimera o de un fin concreto, es lo que nos han hecho recordar hoy en la celebración del día mundial de CVX, personas como Pili, Loli, Jose Carlos y Angel, que han confirmado su vocación de andar por ese Camino conforme a un Carisma concreto, el Ignaciano. Pero sobre todo conforme al Kerygma de Jesús.

Kerygma, palabreja que proviene del griego y que significa proclamar como un emisario. Es el anuncio de la Buena Noticia que ellos se han sentido hoy necesitados de proclamar a través de su compromiso y que a cada uno de nosotros nos interpela y nos hace revivir nuestro propio Camino, para descubrir que el Camino es un fin en sí mismo, que no tiene metas, en el que te encuentras con compañeros de viaje de los que aprendes, a los que sientes y que te ayudan a caminar cuando ves que las fuerzas te flaquean.



Confieso que cuando José Antonio nos invitó antes de la Eucaristía a contar nuestra pobre experiencia como Comunidad y a lo que nos ha llevado hoy día, tenía muchas ganas de hacerlo pero todo quedó eclipsado por “los cuatro magníficos”.
Ahora es el momento de dar gracias a Dios por el testimonio caminante que se adivina entre las rendijas vivenciales de unos compañeros que hoy han manifestado en voz alta ante toda la Asamblea su compromiso temporal y permanente.
Así que “lo nuestro” podrá esperar un poquito más….aunque es un secreto a voces.




Con el agradecimiento de todos a nuestra comunidad de Sevilla por su invitación y acogida.