lunes, 10 de enero de 2011

EL BAUTISMO DE JESÚS



En el bautismo de Jesús se pone de manifiesto la voluntad de Dios respecto de su Hijo. Por ello, decimos que es la EPIFANÍA de Dios, la manifestación de Dios en su hijo Jesús. Él es la imagen o icono del Padre.

Jesús también recibe en dicho momento la misión que le encarga el Padre y a la vez le capacita para ello, se bautiza iniciando su ministerio de predicación del evangelio, nosotros queremos contiunar con su misión, renovar nuestro bautismo como compromiso responsable y la conversión personal a la fe y  al Evangelio.

Os invitamos a reflexionar sobre el sentido de nuestro propio bautismo: ¿Por qué nos bautizamos? ¿Para qué nos bautizan? ¿Somos portadores del anuncio de un mundo distinto al de la violencia y el poder?  ¿Estamos comprometidos por un mundo de justicia y somos solidarios con los más necesitados? ¿Renovamos el sentido de nuestro bautismo como paso adelante en nuestra fe?