¿Cómo que al pan, pan y al vino, vino? ¡¡En este Evangelio de hoy, Jueves Santo, no aparecen estos benditos elementos!! Siempre nos han dicho que el Jueves es la institución de la Eucaristía…
Pues sí. Hoy Jesús nos dice que Él ama hasta no poder más a sus amigos. Pero no es amor de boquilla, sino de hechos. Y antes de decirnos “Tomad y comed, esto es mi cuerpo… tomas y bebed esta es mi sangre, para la vida del mundo, para el perdón de los pecados” ha pasado la vida entera desviviéndose sirviendo. Como un hombre cualquiera; no, como un esclavo, arrodillado a nuestros pies, lavando y curando nuestras heridas… Las palabras de Jesús concuerdan plenamente con sus hechos. Es hombre de palabra verdadera. Sí Señor, al pan pan y al vino vino. Comeremos tu pan, comulgaremos tu cuerpo y nos haremos hoy una sola cosa contigo. Para vivir como Tú. “El vino de tus venas nos provoca, el pan que ellos no tienen nos convoca a ser contigo el pan de cada día” (P. Casaldáliga).
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