Los pasados 13 y 20 de diciembre las parroquias de San José y Madre de Dios tuvimos un acontecimiento muy especial, nuestros niños y niñas de Catequesis de Comunión vivieron el sacramento de la Penitencia por primera vez. El nerviosismo y la inquietud se adivinaban en sus caritas antes de comenzar la celebración por el miedo a lo desconocido, pero conforme se acercaban a confesar volvían transformados, radiantes y alegres. Indudablemente fue un gran acontecimiento para todos ellos.
También para nuestras parroquias ha sido una oportunidad de compartir como hermanos en la fe. No sólo somos vecinas de barrio sino que nos une el mismo párroco. Para mí fue motivo de alegría e ilusión poder encontrarme de cerca con mis hermanos catequistas de San José compartiendo la celebración y conocer a otras madres y niños de Comunión. Salir del “terruño” siempre viene bien, conocer otras realidades y compartir con otros hermanos la fe fortalece y revitaliza la propia vivencia cristiana.
Tras el Sacramento de la Penitencia celebramos por todo lo alto el sentirnos perdonados por Dios con una merienda compartida donde no faltó el juego, la risa y la diversión.
Mamen
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