San Fracisco Javier fue el gran apóstol de
los tiempos modernos, como San Pablo lo fue de los antiguos. Fue el gran
conquistador de Oriente, que iba abriendo camino a un ejército de misioneros.
Despertó el espíritu misional de
la cristiandad. Decía el jesuita Araoz que Javier no hacía menos fruto en
España y Portugal con sus cartas, que en las Indias con su predicación. Sus
cartas maravillosas se copiaban y enviaban por todas partes. San Ignacio las
multiplicaba. Suscitaban vocaciones misioneras en todas las universidades.
Que el ejemplo de su vida siga
suscitándolas!
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