Celebramos hoy la fiesta de San Ignacio de Loyola, una fiesta muy entrañable no solo para los jesuitas sino para toda la gran familia de amigos y amigas de espiritualidad ignaciana.
Toda celebración importante despierta en nosotros un doble sentimiento. El primero, de acción de gracias, y el segundo de compromiso. Hoy tenemos que dar gracias a Dios por todo lo que fue e hizo San Ignacio en su vida, como modelo de hombre buscador de Dios, como experto cualificado para ayudar a otros a encontrarle también a través del camino de sus Ejercicios espirituales y como fundador de la Compañía de Jesús con la única intención de que siguiera despertando buscadores y abriendo caminos para encontrar a Dios a través de los tiempos.
El compromiso nos debe llevar a mantener viva y encendida nuestra espiritualidad como una de las mejores herramientas –en tiempos marcados por la increencia- para ayudar a tanta gente que busca ,un poco a tientas, encontrarse con la trascendencia para desde ella dar un sentido pleno a sus vidas.
Por todo ello, hoy es un día muy adecuado para pedir a San Ignacio que interceda ante el Padre para que despierte en los jóvenes la vocación a la vida consagrada, sacerdotal y laical ya que más que nunca necesitamos braceros que vayan a sembrar y a recoger la mies esparcida por todo el mundo. Que nos ayude a salir de esa especie de noche oscura que nos invade por todas partes y de la que solos no sabríamos salir.
Feliz día a todos!!!.
Fuente: espiritualidadignaciana.org