Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua.
Is 26, 1-6
Aun con la dolorosa conciencia de las propias fragilidades, hay que
seguir adelante sin declararse vencidos, y recordar lo que el Señor dijo
a san Pablo: «Te basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la
debilidad» (2 Co 12,9). El triunfo cristiano es siempre una cruz, pero
una cruz que al mismo tiempo es bandera de victoria, que se lleva con
una ternura combativa ante los embates del mal.
Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 85