![Seguidores de Jesús](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSdVgYQk4xCWtLc1N2HI2WzvdyNcv44mhvZ1erdE0Zsp5nfq-sYKdpgQl3qfxlvYyciORfj_IDIltDMx3QrREtZcTxOF8VMH9KD2EuapX5p23aCAb7d-Wch9vHZjab5PRWuqS0TcRZ/s400/CD+GOSPEL+710.jpg)
¿Conocemos cada vez mejor a Jesús, o lo tenemos “encerrado en nuestros viejos esquemas aburridos”
de siempre? ¿Somos comunidades vivas, interesadas en poner a Jesús en
el centro de nuestra vida y de nuestras actividades, o vivimos
estancados en la rutina y la mediocridad?
¿Amamos a Jesús con pasión o se ha convertido para nosotros en un personaje gastado
al que seguimos invocando mientras en nuestro corazón va creciendo la
indiferencia y el olvido? ¿Quienes se acercan a nuestras comunidades
pueden sentir la fuerza y el atractivo que tiene para nosotros?
¿Nos sentimos discípulos y discípulas de Jesús? ¿Estamos
aprendiendo a vivir con su estilo de vida en medio de la sociedad
actual, o nos dejamos arrastrar por cualquier reclamo más apetecible
para nuestros intereses? ¿Nos da igual vivir de cualquier manera, o hemos hecho de nuestra comunidad una escuela para aprender a vivir como Jesús?
¿Estamos aprendiendo a mirar la vida como la miraba Jesús? ¿Miramos
desde nuestras comunidades a los necesitados y excluidos con compasión y
responsabilidad, o nos encerramos en nuestras celebraciones, indiferentes al sufrimiento de los más desvalidos y olvidados: los que fueron siempre los predilectos de Jesús?
¿Seguimos a Jesús colaborando con él en el proyecto humanizador del
Padre, o seguimos pensando que lo más importante del cristianismo es
preocuparnos exclusivamente de nuestra salvación? ¿Estamos convencidos
de que el modo de seguir a Jesús es vivir cada día haciendo la vida más humana y más dichosa para todos?
¿Vivimos el domingo cristiano celebrando la resurrección de Jesús, u organizamos nuestro fin de semana vacío de todo sentido cristiano?
¿Hemos aprendido a encontrar a Jesús en el silencio del corazón, o
sentimos que nuestra fe se va apagando ahogada por el ruido y el vacío
que hay dentro de nosotros?
¿Creemos en Jesús resucitado que camina con nosotros lleno de vida? ¿Vivimos acogiendo en nuestras comunidades la paz que nos dejó en herencia a sus seguidores?
¿Creemos que Jesús nos ama con un amor que nunca acabará? ¿Creemos en
su fuerza renovadora? ¿Sabemos ser testigos del misterio de esperanza
que llevamos dentro de nosotros?
José A. Pagola