Sí, Navidad entre interrogantes y comillas porque cada vez entiendo menos qué es este tinglado que nos hemos montado y al que llamamos “Navidad”.
No entiendo cómo podemos seguir relacionando la avalancha de regalos generalmente superfluos y algunos hasta inútiles con lo que de Regalo tiene la Navidad. La Vida misma es el regalo, Dios es el regalo que se nos hace, Dios se nos regala, se da, se entrega vaciándose y nosotros lo “celebramos” llenándonos de tonterías caras. Me cuesta mucho que exista una obligación tácita de regalar cosas, pero no nos planteemos que el mejor regalo en tantos casos es el hacernos presentes de veras y no parapetados en felicitaciones vacías de sentidos y ocultos tras mil paquetes de regalitos de todo tipo.
No entiendo que “celebremos” que Dios nació pequeñito, pobre, casi sin lugar calentito donde nacer dejándonos los “cuartos” en comida pantagruélicas que incluso nos dejan medio enfermos y necesitados de “almax” para acabar de digerir tanto langostino, turrón y champán mientras lo que menos alimentamos es el Alma que es el ámbito de lo divino. Creo que lo verdaderamente divino se nos atraganta.
Sí, “¿Navidad?”. Una Navidad sin alma, pero con “almax”. Una Navidad de “Corte Inglés” y “Zara” pero con pocas visitas a Belén, el espacio vital de lo pequeño, de lo sencillo, de lo que nace de veras de la entraña, sin nada superfluo.
Me pregunto con preocupación si los cristianos y cristianas hacemos bien transigiendo con los montajes de estas fechas. Me pregunto qué pasaría si poco a poco fuéramos haciendo una “huelga de Navidad” y diéramos de veras “razón de nuestra esperanza” negándonos con dulzura y amabilidad a participar de la carrera consumista en la que nos metemos desde el 25 de diciembre al 6 de enero.
Me siento extraña y ajena a todo este tinglado, me sobra y me enferma. Miro el pequeño Belén de casa, el niñito en pañales y me pregunto y le pregunto a él qué tiene todo esto que ver con Él. Me sonríe y me acaricia el alma y escucho en mi corazón ese saludo del de Asís: “PAZ Y BIEN”.
Elena Andrés
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