domingo, 11 de noviembre de 2018

Comentario Evangelio del domingo 11 de noviembre de 2018 (XXXII Tiempo Ordinario, ciclo B) - Mc. 12, 38-44


Mc 12,38-44
La mente de Dios es revolucionaria. ¿Qué es lo que salva, lo que remueve, lo que sana, lo que cambia la lógica de todo? La ternura, la entrañable misericordia de Dios, revestido de viuda, necesitada, pobre que se da a sí  misma. Da la ofrenda de su Amor, de todo lo que tiene. Como bien dice Fano, “lo poco y pequeño con mucho Amor es muchísimo”.
El tejido escondido de la ternura, en la viuda del Evangelio, salva el mundo. Tantos gestos de personas anónimas que se dan a sí mismas, a fondo perdido, por los demás, sostienen a una humanidad que necesita de esta entrañable ternura.
Dios salva el mundo a través de los más pequeños. La ternura de Dios se despliega por los más sencillos, los que no cuentan. Y, sin embargo, son ellos los que nos muestran el camino para dar la vida hasta el final, dándonos, con la moneda de nuestro amor, como Jesús nos enseñó.
Dibu: Patxi V. FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
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