El Reino de Dios ha llegado a su destino, a todos los hombres y mujeres de la tierra. La Cuaresma nos invita a entrar en la dinámica del Reino, que es que precisamente reine el Corazón de Dios, que se deja afectar por sus hijos, especialmente los más débiles y desamparados.
La Cuaresma, gran tiempo de oportunidades, en lo secreto y oculto de lo cotidiano, en una sociedad alérgica a cambios de calada, que son los del corazón.
La Cuaresma, tiempo para que Cristo reine y dejemos a un lado lo que tienta y es perecedero, superfluo y superficial.
El Reino de Dios sigue adelante. Entra en los latidos de su Corazón.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.