Mt 11,25-30
Hemos de aprender a descansar en el Señor. Saber dejarnos llevar por su amor y saciarnos, alimentarnos, beber de su Paz. Eso no significa estar de brazos cruzados, significa poner la vida, la confianza en Él. Así se puede descansar de una manera diferente, que reaviva la pasión y redobla el compromiso.
Saber que estamos en la “hamaca” de la Trinidad, que es la única que provoca la felicidad y el descanso. Destinada a los sencillos, humildes, a los que tienen realmente a Dios por rey.
Extraído de 21 revista cristiana de hoy. Kamiano
No hay comentarios:
Publicar un comentario