La Iglesia ha
experimentado muchas veces la valiosísima ayuda de la Madre de Dios en las
persecuciones promovidas por los enemigos de la fe cristiana. Por esto, ya
desde los primeros tiempos de la era cristiana, prevaleció la costumbre de
invocar a la santísima Virgen en tiempo de persecución con el título de
«Auxilio de los cristianos».
Cuando Pío VII (+ 1823),
expulsado de la Sede de Pedro por la fuerza de las armas, se hallaba detenido
bajo estrecha vigilancia, y toda la Iglesia rogaba intensamente por él por la
intercesión de la Santísima Virgen, sucedió de improviso que el Sumo Pontífice
fue liberado y, habiendo regresado a Roma, fue restituido al solio pontificio
el día 24 de mayo de 1814.
Por este motivo,
Pío VII estableció una fiesta en honor de la Virgen Madre bajo el apelativo de
«Auxilio de los cristianos», para que se celebrara perpetuamente en Roma el día
24 de mayo, feliz aniversario de su regreso a la Urbe. Esta fiesta se celebra
en muchas Iglesias particulares e Institutos religiosos, principalmente en la
Sociedad de san Francisco de Sales, fundada por san Juan Bosco (+ 1888).
En 1860 la Santísima Virgen
se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de “Auxiliadora”,
y le señala el sitio para que le construya en Turín, Italia, un templo.
Empezó la obra del templo con
sus tres monedas de veinte centavos cada una, pero fueron tantos y tan grande
los milagros que María Auxiliadora empezó a obtener a favor de sus devotos, que
en sólo cuatro años estuvo terminada la Gran Basílica. El Santo solía decir: “Cada
ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen”, desde
aquel Santuario comienza a extenderse por el mundo la devoción a María bajo el
título de Auxiliadora de los Cristianos.
Los textos de la
liturgia de ese día celebran a Dios, que ha constituido «a la Madre de (su)
amado Hijo en madre y auxiliadora del pueblo cristiano», «para que, bajo su
protección, participe valientemente en el combate de la fe, persevere con
fidelidad en la enseñanza de los apóstoles, y camine seguro entre las
dificultades del mundo».
Las personas que
han tenido contacto con la familia salesiana o con la devoción a María
Auxiliadora, no pueden dejar de recordarla y recurrir a ella en los momentos de
adversidad. El primer milagro en las bodas de Caná en el capítulo 2º del
Evangelio según San Juan, nos muestra la fiel intercesión de la Virgen ante su
hijo. Con razón Don Bosco decía “Ella lo ha hecho todo”. María provocó el
milagro de Jesús de convertir el agua en vino, intercediendo fielmente a favor
de la Iglesia, la que se fio por completo del Señor y es modelo de fe. Por eso
también recordamos una frase suya que decía también “pedidle a la Virgen, y
veréis lo que son milagros”.
Que nunca olvidemos la poderosa intercesión de María, su Maternidad para
con nosotros, teniendo en cuenta que tiene una gran misión en el cielo, en
colaboración con su Hijo: que todos sus hijos se salven. ¿Qué no nos va a
conceder María a cuantos la invocan? Ella es nuestro Auxilio, Auxilio de los
Cristianos.
Aquí os dejo el "Rendidos a tus plantas", himno a María Auxiliadora.
Aquí os dejo el "Rendidos a tus plantas", himno a María Auxiliadora.
Antonio Luis Sánchez Álvarez,
párroco.
Me das lo que necesito,
ResponderEliminarLa compresion y la compañia.
Me ayudas en los momentos
que son dificiles en mi vida
me alientas para que siga
con paso firme por el sendero
me cuidas aqui en la tierra
para que me lleves contigo al cielo.
Bendita seas Madre de la cristiandas
Que Maria Auxiliadora nos bendiga y nos proteja siempre!
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