El
pasado sábado cinco catequistas de nuestra parroquia asistimos al retiro
organizado por la delegación de Catequesis de nuestra diócesis.
Fue
una experiencia maravillosa. La labor del catequista es esencial en nuestra comunidad
parroquial, pero no podemos desarrollarla adecuadamente si no estamos unidos a
la fuente de toda felicidad que es Jesús. La relación personal con Dios es
absolutamente esencial para poder transmitir luego a nuestros niños y niñas el
amor de Dios. No podemos transmitir lo que no experimentamos, por eso es
importante no perder el norte y saber siempre dónde se encuentra la fuente de
nuestra felicidad. Conviene no perder de vista seis breves avisos:
1.-
Pégate a la realidad: Hemos de
aprender a escuchar la voz de nuestro Señor en las plazas o en el taller del
alfarero, porque es entre los hijos de los hombres donde prefiere pronunciarla.
2.-
Despierta tus oídos: Su voz puede
resonar como el rugido de un león o como el rumor de un silencio tenue.
3.-
Vive a la vez alerta y tranquilo: Si
le abres, entrará y cenará contigo. Si le dejas, te llevará al desierto para
hablarte al corazón o para atraerte violentamente con las correas de su amor.
4.-
Cuida tu corazón y escúchale: porque
su voz te indica los caminos de vuelta a tu casa, a ese centro de ti mismo,
donde eres más tú que en lo que haces o piensas.
5.-Adéntrate en otra sabiduría: disponte a
dejar atrás como un manto viejo, tus propios saberes y certezas. La semilla del
Reino crece sin que tú sepas cómo y aunque las cañadas que atraviesas te
parezcan oscuras, puedes confiar en que tu pastor sabe a dónde te lleva.
6.-
Acoge tu nombre único: lo tiene
tatuado Dios en la palma de su mano y te lo entrega grabado en una piedrecita
blanca, como tu modo irrepetible y singular de vivir en comunión de vida con
él.
Estas
palabras de la teóloga Dolores Aleixandre que ella titula: Seis avisos para
aprendices de místicos, guiaron nuestras reflexiones. Qué bueno poder disponer
de estos momentos de convivencia y oración. Desde aquí mi agradecimiento a
todos los que lo han hecho posible.
Mamen Casas